El exjefe de la custodia presidencial uruguaya Alejandro Astesiano, detenido por su participación en una organización para fraguar pasaportes, fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión en un juicio abreviado, informó hoy la Fiscalía en el desenlace de un caso de corrupción que provocó un fuerte revuelo político en el país.
Astesiano, que se desempeñó en el cargo desde la asunción de Luis Lacalle Pou en 2020 hasta ser detenido en septiembre pasado, fue condenado por asociación para delinquir, tráfico de influencias, revelación de secreto y conjunción del interés público y privado.
El excustodio llegó a un acuerdo con la fiscal de Flagrancia de 12º turno, Gabriela Fossati, para que la sentencia abarque todos los delitos de los que está acusado. Fossati destacó la «colaboración» de Astesiano con las investigaciones, consignó la agencia de noticias AFP.
«Es un acuerdo muy importante. Implica una asunción de responsabilidad por parte de Astesiano. Fíjense que el delito más castigado de todos los que se le atribuyen es el de asociación para delinquir, que tiene una pena de cinco años, y estamos hablando de un acuerdo abreviado a una pena de cuatro años y medio», argumentó la fiscal en declaraciones que publica el diario uruguayo El Observador.
Astesiano había sido imputado en septiembre de 2022 por los delitos de suposición de estado civil en reiteración real, asociación para delinquir y tráfico de influencias.
En la condena de este miércoles se quitó el delito de suposición de estado civil y se agregaron los de conjunción del interés personal y del público, y revelación de secreto.
Sobre esta decisión, que beneficia al exjefe de los custodios presidenciales, la fiscal explicó que «a partir de la investigación se pudo determinar que Astesiano no tuvo ninguna participación efectiva en la gestión de esa documentación que se le está atribuyendo a quienes sí estaban asociados con él. Sí asumió un compromiso. Él solo hecho de la asociación le permite ser castigado por ese hecho, pero no hizo ninguna acción positiva para inscribir a ningún ciudadano con documentación adulterada».
La fiscal también se refirió al cambio de actitud que tuvo Astesiano desde que fue imputado en septiembre. «En un primer momento él tuvo una actitud negadora. Luego evolucionó. A veces proyectaba su responsabilidad en terceros y luego terminó aceptando su responsabilidad, queriendo pagar su pena y queriendo cumplir con la sociedad a los efectos de poder reiniciar su vida», sostuvo.
El juez penal Alejandro Asteggiante ratificó ese acuerdo y condenó a Astesiano a una pena de 4 años y medio de prisión, inhabilitación especial por cuatro años y una multa cercana a los 4.000 dólares.
El exjefe de seguridad de Lacalle Pou estaba acusado de participar en una organización que falsificaba documentos para permitir la entrega de pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos.
Tras la revelación del periódico montevideano La Diaria de grabaciones extraídas de su teléfono celular, Astesiano fue investigado por otros delitos de tráfico de influencias.
A pesar del acuerdo alcanzado por la defensa, Astesiano dejó una carta tras su condena, en la que se quejó por haber sido condenado en «el peor juicio mediático y político en años».
El exjefe de custodios había declarado el jueves de la semana pasada por varias horas ante la fiscal Fossati. A la salida de esa reunión, Marcos Prieto, abogado del exjefe de custodios, anticipó en rueda de prensa que tanto él como su defendido estaban en negociaciones para lograr el acuerdo abreviado, a partir del cual se dictó sentencia hoy.
La cercanía de larga data de Astesiano con el Partido Nacional, principal formación de la coalición de gobierno y su cargo como jefe de seguridad presidencial afectó la imagen del mandatario Lacalle Pou, de acuerdo a sondeos.
El presidente uruguayo se deslindó de la actuación de Astesiano y dijo sentirse «traicionado» por su exjefe de seguridad.
A mediados del año pasado, Astesiano le pidió al entonces subdirector ejecutivo de la Policía Jorge Berriel información sobre la exmujer del presidente, Lorena Ponce de León, en particular por un vuelo que tenía previsto tomar.
Este pedido ya había sido revelado en diciembre en el marco de la investigación contra el excustodio presidencial, pero ahora se conoció que Astesiano le reenvió a Berriel, que fue destituido la semana pasada de su cargo, una captura de un chat con Lacalle Pou para justificar que el pedido venía del presidente, informó el portal La Diaria.
«A las cinco tiene que estar en el aeropuerto”, dice Astesiano en el mensaje de WhatsApp. «Ok. ¿No sabemos para dónde?”, consulta el presidente, a lo que su custodio le responde que está tratando de averiguarlo.
Astesiano no sólo le pidió ayuda a Berriel, sino que se comunicó con uno de los funcionarios a cargo de la custodia de Ponce de León.
En diciembre, la exmujer del presidente acudió incluso a declarar ante la fiscal del caso y aseguró que no había sentido que su privacidad hubiera sido violentada.
«La señora no se siente agraviada. Fue muy clara cuando habló con la Fiscalía, por lo tanto, llama la atención que se siga con el tema, el cual la Fiscalía ya dio por laudado luego de escuchar a quien eventualmente sería la única persona que podría haber sido damnificada y víctima», había señalado el viernes pasado la fiscal Fossati.
Berriel fue imputado ese día por la fiscal por tres delitos de revelación de secretos, pero ninguno de los casos está vinculado con la información compartida sobre la exmujer del presidente, apuntó el diario El Observador.
«Habría intervenciones de Astesiano con Berriel donde se le transmitía que la solicitud era directa del ‘presi’, como le decía en ese momento. Lo que era creíble porque era la persona que estaba constantemente con el presidente», señaló Juan Fagúndez, abogado del exjerarca policial, en declaraciones a TV Ciudad.