Como era de esperar, la declaración del Vaticano “Fiducia supplicans, sobre el sentido pastoral de las bendiciones”, que el lunes pasado por primera vez les abrió las puertas a las bendiciones a parejas irregulares y del mismo sexo, siempre y cuando quede claro que no se trata de un matrimonio, causó satisfacción en sectores progresistas, pero también generó una rebelión y rechazo en los episcopados más conservadores.
Aunque el documento avalado por el Papa y emitido por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que conduce su teólogo de confianza, el cardenal cordobés Víctor Manuel “Tucho” Fernández, aclara en todo momento que no hay ningún cambio en la doctrina de la Iglesia sino una evolución de la comprensión pastoral de las bendiciones, en el continente africano, donde en al menos 30 países la homosexualidad es ilegal -castigada en casos incluso con pena de muerte-, algunos pusieron el grito en el cielo.
En sendos documentos emitidos en los últimos días, las conferencias episcopales de países como Camerún, Malawi, Nigeria y Zambia, al margen de criticar duramente el nuevo documento, directamente hicieron saber que las bendiciones de parejas del mismo sexo de parte de sacerdotes iban a ser prohibidas.
“En sentido literal, bendecir es hablar bien de algo. Y hablar bien de una pareja homosexual a partir de un acto de bendición significaría alentar una elección y un estilo de vida que no puede ser reconocido como objetivamente ordenado a los objetivos de Dios”, escribieron los obispos de Camerún. “Fieles a la enseñanza eclesial tradicional, que declara que los actos de homosexualidad son intrínsecamente desordenados y contrarios a la ley natural (Catecismo de la Iglesia católica número 2357), nosotros, los obispos de Camerún, reiteramos nuestro rechazo a la homosexualidad y a las uniones homosexuales”, agregaron. “Y, en consecuencia, prohibimos formalmente todas las bendiciones de parejas homosexuales en la Iglesia de Camerún”, sentenciaron.
Los obispos de Zambia, donde la homosexualidad es ilegal, difundieron un documento similar. Y dijeron que “para evitar confusión pastoral y para no violar la ley de nuestro país”, la declaración del Vaticano iba a ser objeto de mayor reflexión y de “no implementación en Zambia”.
Consciente de que la declaración “Fiducia supplicans, sobre el sentido pastoral de las bendiciones”, ha provocado un virtual terremoto en la Iglesia católica, el portal del Vaticano, Vatican News, publicó un artículo del teólogo argentino Enrique Ciro Bianchi, sacerdote muy estimado por el papa Francisco, que volvió a explicar el significado de la declaración, que considera a las bendiciones no solo en el marco de la ritualidad litúrgica sino como un “gesto de gran valor en la piedad popular”.