Dos personas murieron y otras tres están graves después de que un conductor atropellara a fieles que estaban en una sinagoga, en un posible ataque terrorista. El agresor, un británico de ascendencia siria de 35 años, también llegó a apuñalar a un hombre dentro del templo judío, en el norte de Manchester, Reino Unido. Según informó la Policía local, el hombre fue abatido.
El ataque reavivó la preocupación por la violencia antisemita -en la isla, en Europa continental y en otros lugares-, hasta el punto de obligar al primer ministro Keir Starmer a abandonar una cumbre en Copenhague, Dinamarca, antes de tiempo para volver a Londres y abordar la «emergencia» directamente.
En este contexto, Starmer declaró: “Se están desplegando más efectivos policiales en las sinagogas de todo el país y haremos todo lo posible para mantener a nuestra comunidad judía segura”.
La tragedia ocurrió durante la festividad judía de Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío. Durante esta festividad, los fieles suelen acudir a la sinagoga varias veces para rezar.
En relación con el caso, la Policía local informó que el sospechoso portaba un chaleco que aparentaba ser un artefacto explosivo. El hombre fue abatido a tiros cuando los agentes acudieron a la sinagoga Heaton Park Hebrew Congregation, en el distrito de Crumpsall, al norte de Inglaterra. A su vez, lo identificaron como Jihad Al-Shamie (35).
Según la información policial disponible hasta el momento, el atacante no tenía antecedentes, y el comunicado señala que aún estaban tratando de “comprender la motivación detrás del ataque”.
Desde la embajada de Israel en Reino Unido emitieron un comunicado en el que condenaron el ataque en la sinagoga de Manchester, y dijeron que estaban en “estrecho contacto” con los miembros de la comunidad y que supervisaban los acontecimientos.
“Que un acto de violencia de esta magnitud se perpetre en el día más sagrado del calendario judío, en un lugar de oración y comunidad, es aborrecible y profundamente angustioso”, refirieron desde la sede diplomática, agradecieron a la Policía y exigieron: “La seguridad de las comunidades judías en el Reino Unido debe estar garantizada”.
Por su parte, el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, lamentó el violento episodio y envió sus condolencias a las familias de las víctimas.
En referencia a su combativo discurso ante la Asamblea General de la ONU la semana pasada, el primer ministro israelí añadió: “Como advertí en la ONU, la debilidad ante el terrorismo solo trae más terrorismo. Solo la fuerza y la unidad pueden derrotarlo».
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