El Gobierno de Estados Unidos declaró ayer la emergencia sanitaria nacional por el brote de viruela del mono que vive el país, en el que ya se han registrado miles de contagios aunque, de momento, ninguna muerte.
“Estamos preparados para llevar nuestra respuesta al siguiente nivel”, explicó el secretario de Salud norteamericano, Xavier Becerra, a los periodistas.
Una vez que la declaración sea oficializada, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) podrá poner en práctica un plan de acción nacional para enfrentar la enfermedad.
De esta manera, la medida dará a las agencias federales el poder de acelerar vacunas y medicamentos, acceder a fondos de emergencia y contratar a trabajadores adicionales para ayudar a controlar el brote. También impulsará las labores de concienciación e información que, según las autoridades, son esenciales para contener los contagios, que avanzan con rapidez en el país.