Los cancilleres del G7 expresaron ayer su apoyo a “pausas y corredores humanitarios” en la ofensiva de Israel contra Hamás en la palestina Franja de Gaza, pero sin pedir un alto el fuego, al concluir su reunión de dos días en Japón.
“Apoyamos que haya pausas y corredores humanitarios para facilitar ayuda urgente, el movimiento de civiles y la liberación de los rehenes” capturados por el movimiento islamista palestino Hamás, dijeron los ministros en un comunicado conjunto.
Además, destacaron el “derecho de Israel a defenderse a sí mismo y a su pueblo, cumpliendo con la legislación internacional, para evitar que se repitan” ataques como el cometido el 7 de octubre en suelo israelí que desencadenó la nueva escalada de violencia.
“Instamos a Irán a abstenerse de apoyar a Hamás y de llevar a cabo más acciones desestabilizadoras en Medio Oriente, incluyendo el apoyo al (movimiento libanés) Hezbollah y a otros actores no estatales, y a utilizar su influencia en esos grupos para que las tensiones regionales se reduzcan”, indicaron los jefes diplomáticos del Grupo de los Siete, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
“Subrayamos que la solución de dos Estados que estipula que Israel y Palestina convivan en paz, seguridad y reconocimiento mutuo, sigue siendo la única vía hacia una paz justa, duradera y segura”, resaltaron.
En paralelo, el Gobierno de Hamás acusó a la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) de haber “coludido” con Israel para el “desplazamiento forzado” de la población del norte al sur de la Franja de Gaza. “La Unrwa y sus dirigentes son responsables de esta catástrofe humanitaria, (ya que se) plegaron desde el primer momento a los dictados de la ocupación (israelí), abandonando sus posiciones y renunciando a su responsabilidad ante centenares de miles de habitantes” del norte de Gaza, afirmó el jefe del servicio de prensa del Gobierno de Hamas, Salama Maruf.
Netanyahu pidió por la liberación de rehenes
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió nuevamente ayer a Hamás que no habrá alto el fuego ni entrega de combustible a la Franja de Gaza si no libera a los rehenes y advirtió a su aliado libanés, Hezbollah, que “cometería el error de su vida” si entrase en guerra contra Israel.
“No habrá suministro de combustible, ni permiso de entrada de los trabajadores (de Gaza), ni el cese del fuego sin la liberación de los rehenes”, declaró Netanyahu tanto a sus “enemigos como amigos”.
En la misma línea, afirmó haber hablado con el presidente de la Cruz Roja e instado a que trabajara para conseguir su liberación inmediata, “como exige el derecho internacional”.
Hasta la fecha, los ataques israelíes causaron unos 10.300 muertos y 25.900 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles. Netanyahu detalló que “en el sur, la guerra avanza con una fuerza que Hamas nunca ha visto”, mientras que “la ciudad de Gaza está rodeada”.