Después de varios días negociando con los grupos políticos, el primer ministro francés Michel Barnier decidió ayer aprobar los presupuestos de la Seguridad Social a través del artículo 49.3 de la Constitución, o sea, por decreto.
La medida activó directamente una moción de censura del Nuevo Frente Popular, el artefacto electoral que agrupa a toda la izquierda, y otra de la ultraderecha del Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen. Ahora basta con que uno de los dos vote la del otro para que el Gobierno caiga.
“Que cada uno asuma sus responsabilidades. Yo asumo las mías”, dijo el premier desde la tribuna de la Asamblea Nacional, mirando hacia las bancadas de la oposición. Barnier intentó trasladar la presión al otro lado del terreno de juego, per la verdad es que el jefe de Gobierno de mayor edad de la V República está cada vez más cerca de ser también el más fugaz.
“Las cosas estaban claras, Michel Barnier no quiso responder a las demandas de los 11.000.000 de electores del Reagrupamiento Nacional. Asumiremos nuestra responsabilidad y votaremos las mociones de censura: en primer lugar, la nuestra”, dijo Marine Le Pen.
La iniciativa, en cualquier caso, no podrá votarse hasta al menos 48 horas después de ser depositada en sede parlamentaria. Es decir, nunca antes del jueves.