El papa Francisco pidió hoy que la Unión Europea (UE) tenga una «política de colaboración» para la gestión de migrantes y que no deje la «responsabilidad» a los países del Mediterráneo, al tiempo que animó al mundo a «continuar luchando» por los derechos de la mujer y reconoció la existencia de resistencias dentro de la Iglesia a la lucha contra los casos de abusos de parte del clero.
«Los migrantes van acogidos, acompañados, promovidos e integrados; si no se pueden hacer estos cuatro pasos el trabajo no llega a ser bueno, hay que llegar a la integración», planteó el pontífice en conferencia de prensa al regreso de Bahréin al ser consultado sobre la gestión de la migración en momentos en que Italia presiona al resto del Continente para que acepte cuotas de personas antes de permitir los desembarcos en sus puertos.
Para el Papa, en ese contexto, «cada gobierno de la Unión Europea debe ponerse de acuerdo sobre cuántos puede recibir, si no son solo cuatro países los que reciben: Chipre Grecia Italia y España».
El reclamo de Francisco se produjo en sintonía con los pedidos de la nueva primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que exige un acuerdo continental antes de extender el permiso de desembarco a todos los rescatados en altamar más allá de mujeres, niños y personas enfermas.
Meloni, a la cabeza de un Gobierno de derecha que tiene en su gabinete al antiinmigración Matteo Salvini como ministro de Infraestructura, insiste en que los barcos de las ONG deben llevar las personas que rescatan a los países del cual es su bandera.
«La vida hay que salvarla; el mediterráneo es quizás el cementerio más grande del mundo», reclamó luego el Papa, antes de insistir con que «la política de migrantes debe ser consensuada con todos los países» del bloque regional.
Este fin de semana, el ministro del Interior italiano Matteo Piantedossi había advertido que su país «solo se hará cargo de quien presenta problemas que requieran asistencia o humanitarios», además de enfatizar que «la obligación de hacerse cargo es del Estado de bandera» de cada barco.
«Pero aclaramos que no abandonaremos nunca las obligaciones humanitarias», agregó Piantedossi.
«La UE debe tener una política de colaboración y de ayuda, no le puede dejar a cuatro la responsabilidad de todos los migrantes que llegan a la playa», añadió Jorge Bergoglio.
El Papa, en ese marco, destacó «la intención» del nuevo Ejecutivo que encabeza Meloni para permitir el desembarco de mujeres, niños y enfermos, como ha avisado a las naves que esperan frente a las costas de Sicilia para atracar en puertos italianos.
«La política de los gobiernos ha sido salvar la vida, y creo que este gobierno tiene la misma política», enfatizó, antes de recordar que Roma envió a representantes del Ejecutivo a algunos de los barcos que esperan en alta mar para evaluar los casos de vulnerabilidad y hacer desembarcar a los pasajeros con dificultades, mujeres y niños.
«No se puede hacer nada sin acuerdo con Europa, la responsabilidad es europea», sostuvo luego el Papa durante la conferencia de prensa de cerca de una hora en el vuelo que lo llevó de Awali a Roma tras una visita de cuatro días a Bahréin.
De todos modos, el Papa afirmó que «el problema de los migrantes se debe resolver en África».
«Si pensamos cómo la explotan es lógico que la gente escape de esa explotación. Europa debe hacer planes de desarrollo en África, en donde algunos países no son dueños de su subsuelo porque aún pertenece a los colonialistas», lamentó Francisco.
«Si queremos resolver los problemas de migrantes resolvamos el África», demandó el Papa a Europa.
En su diálogo con los periodistas, Francisco fue consultado también por las manifestaciones de las mujeres en Irán y sostuvo que «la lucha por los derechos de la mujer es una lucha continua porque en algunos lugares llega a tener una igualdad con los hombres, pero en otros no».
En esa línea, tras recordar «la lucha por los derechos cívicos de la mujer» en Argentina y Estados Unidos, se preguntó «porqué una mujer debe luchar así para mantener sus derechos».
«Los derechos de la mujer son fundamentales. ¿Cómo puede ser que hoy en el mundo no podemos frenar la tragedia de la ablación a las niñas? Es terrible esta práctica que la humanidad no puede frenar, este hecho que es un acto criminal», denunció luego.
En la misma línea, mostró su lamento porque «la igualdad de mujeres y hombres aún no se encuentra universalmente». En dos de sus siete discursos en Bahréin, el Papa reclamó por los derechos de las mujeres en la región y animó a los países del Golfo Pérsico a que tengan «condiciones más justas» y que se las reconozca «en ámbito público».