El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, participó esta mañana del velatorio del fallecido exastro futbolístico Pelé realizado en el estadio de Santos, en el estado de San Pablo.
El presidente, de 77 años sostuvo: «El mundo le debe mucho a Pelé, sobre todo por la dignidad de un hombre que nació pobre, negro, en un país donde los prejuicios están muy vivos, y eso a Pelé nunca le importó, siempre supo ser Pelé, el mejor y muy humilde», dijo Lula, también de origen humilde, que tuvo que migrar con su familia del noreste que escapaba del hambre hacia el estado de San Pablo.
Lula viajó en avión hasta San Pablo y, luego, se trasladó en helicóptero 52 kilómetros hacia Santos. El Gobierno brasileño planifica bautizar Pelé al puerto de Santos, mayor terminal portuaria de Brasil y de América.
El mandatario recordó que como hincha de Corinthians todos los fines de semana sufría con el desempeño de Pelé contra su equipo y otros.
«Él nos hacía ir a cualquier lado a ver fútbol, porque muchas veces no solo nos gusta nuestro equipo, nos gusta alguien que da espectáculo, alguien que es brillante. Pelé simboliza todo lo que es el ascenso de la especie humana. Todo eso podemos percibir del surgimiento del ser humano fue Pelé», aseguró Lula, quien asumió la Presidencia por tercera vez el pasado domingo.
El último adiós
El velorio se realizó en el estadio Ubano Caldeira del barrio de Vila Belmiro de Santos, club donde Pelé ganó dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales.
El velorio fue a cajón abierto y, durante la madrugada, hubo una fila de una extensión de dos kilómetros con personas que aguardaban darle el último adiós.
El estadio está decorado con las banderas de distintos sectores de la hinchada y gigantografías de Pelé, una de las cuales dice «El único futbolista que paró una guerra» y «Viva o Rei».
Los restos de Pelé fueron llevados en un féretro cubierto con las banderas de Brasil y Santos en un camión de bomberos por la ciudad de Santos para ser sepultados en un cementerio privado de Santos, según se informó.
Ayer estuvieron en el velorio el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el titular de Conmebol, Alejandro Domínguez.