Estados Unidos está listo para “todas las posibilidades” en Medio Oriente, dijo ayer un alto funcionario estadounidense, en medio de temores de que estalle una guerra entre Irán e Israel. Tras el anuncio del Pentágono sobre un aumento de la presencia de fuerzas militares en Medio Oriente, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jon Finer, afirmó: “Nos estamos preparando para todas las posibilidades”.
“El Pentágono está movilizando medios significativos hacia la región, para prepararse para lo que podría ser nuevamente la necesidad de defender a Israel de un ataque, mientras simultáneamente trabajamos muy duro desde la diplomacia para desescalar esta situación, pues no creemos que una guerra regional sea de interés para nadie en este momento”, añadió.
La nerviosa espera del castigo anunciado por Irán contra Israel y sus aliados incluye la probable acción de los misiles Iskander, una familia de misiles desarrollados por Rusia y vendidos a Irán, capaces de transportar cabezas convencionales y nucleares penetrando en profundidades las defensas misilísticas enemigas.
Si estas armas rusas participan lanzadas por Irán contra Israel y sus aliados en Medio Oriente, los objetivos serán importantes: centros de comando, defensas aéreas, bases militares e infraestructuras críticas. Los datos técnicos explican que los Iskander son capaces de alcanzar una velocidad supersónica de hasta Mach 7 con propelente solido.
“Es justo” que mueran de hambre en Gaza
El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, dio a entender que bloquear la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza es “justo y moral”, incluso si provoca que 2.000.000 de civiles mueran de hambre. “Estamos trayendo ayuda porque no hay otra opción”, dijo Smotrich en una conferencia.
“No podemos, en la realidad global actual, gestionar una guerra. Nadie permitirá que hagamos morir de hambre a dos millones de civiles, aunque pueda ser justo y moral hasta que se devuelvan a nuestros rehenes. Lo humanitario a cambio de lo humanitario está moralmente justificado, pero ¿qué podemos hacer? Vivimos hoy en una cierta realidad, necesitamos legitimidad internacional para esta guerra”, agregó.