El papa Francisco, de 86 años, mostró una “clara mejoría” del cuadro de “bronquitis de base infecciosa” que registraron los médicos que desde el miércoles último lo atienden en el hospital Gemelli de Roma, por lo que podría ser dado de alta “en los próximos días”, informó ayer el Vaticano.
“En el marco de los controles clínicos programados por el Santo Padre, se detectó una bronquitis infecciosa que requirió la administración de una terapia antibiótica en forma de infusión que produjo los efectos esperados con una clara mejoría del estado de salud”, detalló a su tiempo el staff médico que sigue la salud del papa, a través de un comunicado de la oficina de Prensa de la Santa Sede.
“Según el resultado predecible, el Santo Padre podría ser dado de alta en los próximos días”, agregó la nota oficial sobre la posibilidad de que el pontífice deje el hospital Gemelli de la capital italiana.