Barcos y helicópteros surcaban ayer una vasta zona del mar Mediterráneo en busca de sobrevivientes del naufragio de un barco cargado de migrantes que dejó al menos 78 muertos y decenas de desaparecidos en aguas al sur de Grecia, cuyas autoridades informaron de la detención de al menos nueve egipcios por tráfico de personas.
Los cuerpos rescatados fueron cargados en camiones refrigerantes y trasladados ayer a la zona de Atenas, la capital griega, para su identificación, luego de que la Guardia Costera rebajara la cifra de muertos de 79 a 78 tras un recuento nocturno.
Un total de 104 personas fueron rescatadas, pero cientos más seguían desaparecidos tras el naufragio del barco pesquero, que iba de Libia, en el norte de África, a Italia, cargado de migrantes que querían llegar a Europa. El organismo de la ONU para las migraciones (OIM) dijo ayer que unas 750 personas iban a bordo, incluyendo unos 40 niños, en base a información obtenida a partir de entrevistas con sobrevivientes.
En un país conmocionado por uno de los peores naufragios de los últimos años, la Corte Suprema de Grecia ordenó la apertura de una investigación judicial para conocer las razones de la tragedia. Los primeros resultados de la investigación dieron nueve egipcios detenidos, a los que se acusará de tráfico de migrantes y organización criminal. Igualmente siguen las pesquisas sobre las condiciones, las causas y los responsables del naufragio del pesquero.
En los últimos años, la multiplicación de conflictos y el crecimiento de la pobreza hicieron que cientos de miles de desesperados migrantes irregulares intenten el cruce del Mediterráneo en precarias embarcaciones gestionadas por traficantes de personas. La OIM registró la muerte de más de 27.000 migrantes en naufragios a lo largo de la peligrosa travesía del Mediterráneo desde 2014.
“Podría tratarse de la peor tragedia marítima de los últimos años en Grecia”, afirmó Stella Nanou, del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
El pacto migratorio, entre las prioridades
España espera que la Unión Europea (UE) cierre su nuevo pacto de migración y asilo en la segunda mitad del año, dijo ayer el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
“Espero que antes de que termine este semestre podamos definitivamente ya haber alcanzado y logrado cerrar este pacto de migración y asilo tan importante para el conjunto de Estados miembros”, dijo Sánchez en Madrid.
El jefe de Gobierno hizo sus comentarios al presentar las prioridades de España para durante su presidencia semestral de la UE, que se inicia el 1º de julio y estará marcada por las elecciones generales españolas del 23 de ese mes.
Los ministros de Interior de la UE alcanzaron la semana pasada un acuerdo sobre dos capítulos clave de la reforma, que son un mecanismo de solidaridad entre los Estados para acoger a los migrantes y un rápido procesamiento de sus solicitudes de asilo.