El nuevo líder de Hezbollah, Naim Qassem, dijo en sus primeros comentarios públicos que fueron televisados ayer, que el grupo político-paramilitar continuará luchando contra Israel hasta que les ofrezcan términos aceptables para un alto el fuego.
“Si los israelíes deciden detener la agresión, aceptamos, pero según las condiciones que consideremos adecuadas”, dijo Kassem en un discurso pregrabado desde un lugar no revelado. “No habrá una súplica por un alto el fuego, ya que continuaremos (luchando)… no importa cuánto tiempo tome”, agregó.
El discurso se produjo en momentos en que los mediadores internacionales han lanzado una nueva iniciativa para negociar procesos de alto al fuego en Líbano y Gaza.
Según el Ministerio de Salud de Líbano, más de 2790 personas han muerto y 12.700 han resultado heridas en el Líbano desde el 8 de octubre del año pasado, cuando Hezbollah comenzó a disparar cohetes hacia Israel, provocando represalias.
En su primer discurso desde su nombramiento, Qassem prometió mantener el “plan de guerra” de su predecesor, y afirmó que Hezbollah ha “comenzado a recuperarse” tras los “dolorosos golpes” de Israel.