El líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, ratificó este miércoles que el grupo libanés no desarmará sus fuerzas, argumentando que Israel representa una «amenaza real y estratégica» no solo para Líbano, sino para toda la región.
En un acto del Consejo Ashura en un suburbio del sur de Beirut, Qassem remarcó que “nuestras armas son para confrontar a Israel y nunca renunciaremos a este derecho”, según reprodujo el canal Al-Manar.
Las declaraciones se produjeron en un contexto de crecientes presiones internas y externas para que Líbano avance hacia un mayor control estatal sobre todos los grupos armados presentes en su territorio.
Hezbolá ha sostenido históricamente que su capacidad militar es esencial para proteger a Líbano ante posibles ofensivas israelíes. «Israel no solo amenaza a Palestina y a nuestro país, sino que es un riesgo estratégico para toda la región», insistió Qassem. «Somos un partido de resistencia, nuestro deber es resistir y enfrentar», agregó.
El dirigente también rechazó cualquier tipo de intervención extranjera en los debates internos del país y advirtió: «El tema de las armas es un asunto exclusivamente libanés. Israel no tiene derecho a inmiscuirse ni a supervisar nuestro diálogo nacional».
Las palabras de Qassem reafirman la postura intransigente de Hezbolá respecto a su armamento, en un momento en el que crecen los llamados internacionales y locales para fortalecer la autoridad del Estado libanés sobre todos los actores armados y reducir las tensiones en la región.