La organización islámica Hezbollah lanzó sobre el norte de Israel más de un centenar de proyectiles, además de varios drones explosivos, uno de los cuales mató a cuatro soldados al alcanzar una base situada a unos 40 kilómetros de la ciudad de Haifa.
El ataque se producía mientras el ejército israelí profundiza su incursión en el sur del Líbano arrestando por primera vez a un miliciano en un túnel. La investigación inicial del ejército indica que el escudo defensivo detectó los dos drones enviados desde Líbano.
Uno fue interceptado mientras el otro desapareció del radar protagonizando el ataque más significativo del grupo chií en Israel desde que hace un mes el intercambio de golpes que inició el 8 de octubre del 2023 en apoyo a Hamas y Gaza se convirtiera en una guerra que ha descabezado su cúpula, indica el sitio español El Mundo.
La milicia proiraní afirma que lanzó una andanada de «drones contra el campamento de entrenamiento de la Brigada Golani en Binyamina, al sur de Haifa». En tanto, trascendió que el dron impactó en el comedor de la base, con un saldo de al menos cuatro heridos y decenas de heridos.
Según dijo, fue una «respuesta a los ataques sionistas», incluyendo un bombardeo el pasado jueves que dejó 22 muertos en el centro de Beirut. Además, Hezbollah reportó también combates cuerpo a cuerpo con soldados israelíes en un pueblo en el sur de Líbano, cerca de la frontera, en la operación terrestre iniciada por Israel el pasado 30 de septiembre.
La incursión terrestre tensa aún más las relaciones entre Israel y la ONU. Las fuerzas del organismo internacional desplegadas en el sur del país árabe denunciaron el sábado «la entrada por la fuerza» de dos tanques en una de sus posiciones donde permanecieron unos 45 minutos.