BEIRUT.- El líder del grupo shiíta libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, alertó ayer que Israel traspasó todos los “límites” y “líneas rojas” con la explosión de “miles” de aparatos de comunicación que en los últimos días mataron a 37 personas e hirieron a casi 3.000 en el Líbano. Mientras hablaba, Israel lanzaba ataques aéreos en el norte del país.
Nasrallah dijo en un discurso televisado que las mortales explosiones de dispositivos en todo Líbano el martes y el miércoles constituyen “un acto de guerra y una declaración de guerra por parte de Israel”. Israel “violó todas las líneas rojas”, dijo Nasrallah, y calificó los incidentes como “masacres”.
No hay duda de que “nos han infiltrado”, afirmó. “Estos ataques en Líbano siguen siendo investigados, incluidos los dispositivos utilizados”, agregó.
Nasrallah aseguró que los ataques israelíes de los últimos tres días recibirán una respuesta “de una manera que podrían esperar y que no esperarían”. “No hablaré de lugar, hora, ubicación, detalles”, advirtió. “Lo descubrirán cuando suceda. Este ajuste de cuentas sucederá. Los detalles no los revelaremos ahora, porque ahora estamos en una etapa muy sensible de la batalla”, sumó.
Y cerró: “Nos han desafiado y nuevamente estamos a la altura del desafío. Les digo a (Benjamin) Netanyahu y (Yoav) Gallant: no lograrán este objetivo. No podrán devolver a esta gente al norte. La única manera de hacerlo es detener la agresión contra Gaza y Cisjordania. Ésta es la única manera”, en referencia a las miles de personas que han sido evacuadas del norte de Israel debido a los ataques casi diarios de Hezbollah en el vecino Líbano.
Las declaraciones de Nasrallah por TV al pueblo libanés se producían mientras Israel atacaba todo el Líbano, y los aviones de combate israelíes rompían la barrera del sonido sobre Beirut, lo que significa que se producen enormes explosiones sónicas. El Ejército de Israel manifestó luego que está atacando “objetivos” de Hezbollah en el Líbano, sin dar detalles geográficos concretos ni sobre la escala de dichos ataques, que suelen concentrarse en el sur del país vecino.
El objetivo es “llevar seguridad al norte de Israel con el fin de permitir el regreso de los residentes a sus hogares, así como para lograr todos los objetivos de la guerra”, concluye el texto.
En declaraciones a tropas israelíes, el ministro israelí de Defensa Gallant dijo que “estamos al inicio de una nueva fase en la guerra. Requiere coraje, determinación y perseverancia”. No mencionó los dispositivos explosivos, pero elogió la labor del ejército y las agencias de seguridad israelíes, indicando que “los resultados son muy impresionantes”.