En esta gran escenografía en la que se ha convertido la Bakú de la abundancia, con jardines primorosos, se acerca el invierno. Pero si el frío domina las calles vacías para que los 30.000 delegados a la cumbre del clima puedan moverse sin sufrir el tránsito, el calor se apoderó de las discusiones entre los países. Eso sucede en medio del asombro generalizado por el retiro de la menguada delegación argentina que había asistido en silencio a las deliberaciones.
“¿Los expulsarán de sus cargos?”, preguntaban sus colegas de otros países que juzgaban “improcedente” la actitud del gobierno de Javier Milei. “La gente debe saber lo que está pasando, el cambio climático no es un tema del futuro, está pasando y causa daños irreparables”, alertó la ex ministra de Ambiente de Brasil, Isabella Texeira. “Estamos muy expuestos al cambio climático y somos absolutamente vulnerables en un momento en que tenemos que producir”, añadió.
Linda Schmid, de la Asociación de Productores de Granos de Estados Unidos, también llamó la atención. “En Estados Unidos hemos disminuido en 140 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente en los últimos años gracias a un corte con etanol del 10% en los combustibles derivados del petróleo. Esto es muy importante porque hay muchos caminos para contribuir con la mitigación del cambio climático”.
Para Imelda Bacudo, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, “no podemos confiar solo en los bosques como sumideros de carbono para cumplir los compromisos del Acuerdo de París. Son claves los agricultores”.