El Gobierno israelí del primer ministro Benyamin Netanyahu aprobó ayer planes para construir unas 5.700 nuevas viviendas en Cisjordania, los territorios que Israel ocupa militarmente y que los palestinos reclaman para fundar un Estado independiente.
Según la ONG israelí Peace Now, se trata de una cifra récord, dado que en menos de seis meses de 2023 se han adelantado planes para más de 13.000 viviendas en Cisjordania frente a las más de 4.000 de 2022. Mientras que en el pasado todo el proceso constaba de seis fases distintas y podía durar incluso uno o dos años, ahora las fases se redujeron a dos y la supervisión se confió al líder colono del partido Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, quien es ministro de Finanzas y también ocupa un cargo en el Ministerio de Defensa.
En ese marco, Estados Unidos informó que dejará de financiar la investigación científica en instituciones académicas israelíes en Cisjordania.
La decisión del Gobierno del presidente Joe Biden revierte una medida de su predecesor Donald Trump, que cuestionaba el consenso internacional de que Israel ocupa ilegalmente Cisjordania desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Así, Biden volvió a la posición histórica estadounidense de apoyar la creación de un Estado palestino al lado de Israel -la llamada solución de los dos Estados- y a criticar la expansión de la colonización de Cisjordania bajo el mandato de Netanyahu.
Continúan las protestas por la reforma
Los organizadores de las protestas contra el Gobierno de Netanyahu y su reforma judicial amenazaron ayer con bloquear los accesos al Aeropuerto Ben Gurión, el más grande del país, en las manifestaciones previstas para el lunes próximo.
Shikma Bressler, una de las organizadoras, dijo que las marchas y bloqueos llevados a cabo semanalmente en el país “no son suficientes” y “podrían convertirse en un evento diario”. En esa línea, agregó: “Prometemos a aquellos que están destruyendo el Estado que habrá sorpresas”.