Por primera vez desde el desastre nuclear de Fukushima en 2011, Japón se prepara para construir un nuevo reactor nuclear. La compañía Kansai Electric Power Co. (Kepco) anunció que iniciará estudios geológicos en su planta de Mihama, ubicada en la prefectura de Fukui, con el objetivo de evaluar la viabilidad del proyecto.
El anuncio fue realizado por el presidente de Kepco, Nozomu Mori, quien destacó en una conferencia de prensa que el país “con escasos recursos energéticos”, necesita que la energía nuclear continúe siendo una fuente clave, tanto por motivos de seguridad energética como por eficiencia económica y sostenibilidad ambiental.
La iniciativa marca un cambio notable en la política energética japonesa. Tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, que provocaron la fusión de reactores en Fukushima y la evacuación de más de 150.000 personas, Japón frenó todos los proyectos nucleares nuevos. Kepco había comenzado a evaluar la posibilidad de un nuevo reactor en Mihama en 2010, pero el proyecto fue suspendido tras el desastre.
Actualmente, Japón cuenta con poco más de una decena de reactores activos, de los 54 que tenía antes del incidente, que aportan unos 12 gigavatios al sistema energético nacional. Varios de ellos están en proceso de renovación para adecuarse a normas más estrictas impuestas tras Fukushima.
En la planta de Mihama, está en marcha el desmantelamiento de los reactores 1 y 2, mientras que el reactor 3, único operativo, cumplirá 50 años en 2026, superando la vida útil estándar de 40 años. En ese contexto, la construcción de un nuevo reactor permitiría renovar la capacidad energética de la central.
La propuesta de Kepco llega después de que el gobierno japonés aprobara el Séptimo Plan Estratégico de Energía, que promueve un mayor aprovechamiento de la energía nuclear, en contraste con la intención post-Fukushima de reducir su participación en la matriz energética.
Mori aseguró que el proyecto se desarrollará con un enfoque centrado en la seguridad: “La principal lección de Fukushima fue anteponer la seguridad a cualquier otra consideración”. Y agregó: “Comprendemos las preocupaciones existentes, pero trabajaremos constantemente para mejorar la seguridad, no solo cumpliendo con la normativa, sino superándola día a día”.
Si los estudios geológicos confirman la aptitud del terreno, Kepco solicitará formalmente la autorización a la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón para avanzar con la construcción del reactor, que marcaría un nuevo capítulo en la política energética del país.