La Costa Este de Estados Unidos quedó, en las últimas horas, cubierta de humo. El aire se volvió, para muchas personas, irrespirable: más de 100.000.000 de personas fueron alcanzadas por un alerta del gobierno federal debido a que el aire era insalubre, y Nueva York registró el peor índice de calidad de aire desde que comenzó a medirse.
Ayer, el día atípico con aura de distopía fue el resultado de los más de 400 incendios forestales en Canadá, repartidos entre Quebec, Toronto y Ontario. Aunque la frontera con Canadá está a unas siete horas en auto al norte de Washington, el impacto de los incendios forestales se vio, se olió y se sintió en las calles de la capital, y en varias de las ciudades más importantes del país.
El humo bajó desde Canadá y envolvió a la costa este, y se estiró hasta los estados sureños de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. Lo peor se vio en Nueva York. Pasado el mediodía, los rascacielos que definen el icónico perfil de la Gran Manzana empezaron a desaparecer, y la ciudad se oscureció bajo una nube naranja que cayó del cielo.