China criticó ayer a una nueva comisión del Congreso de Estados Unidos dedicada a contrarrestar su influencia global que tuvo el lunes su primera sesión, y exigió a quienes la integran que “descarten su sesgo ideológico y su mentalidad de Guerra Fría”.
En tanto, un proyecto de ley susceptible de causar la prohibición total de la popular aplicación china TikTok en el país norteamericano pasó a una etapa clave en el Congreso, en medio de denuncias sobre su presunto uso para espionaje que China y la propia red social rechazan.
El vocero de la Cancillería china, Mao Ning, dijo ayer a periodistas que era imperioso que la comisión de la Cámara de Representantes estadounidense vea a Pekín “y sus relaciones con Estados Unidos bajo una luz objetiva y racional”.
Y agregó: “Exigimos que las instituciones e individuos estadounidenses relevantes descarten su sesgo ideológico y su mentalidad de Guerra Fría de suma cero” y dejen de presentar a China “como una amenaza” y de “denigrar al Partido Comunista de China”. La comisión tuvo su primera reunión de trabajo con una audiencia en la que su presidente, el republicano Mike Gallagher, pidió a los legisladores que actúen con urgencia ante las acciones de China.
Por otro lado, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense aprobó ayer un proyecto de ley para prohibir TikTok gracias únicamente a los votos de los republicanos. “No se equivoquen, TikTok es una verdadera amenaza para la seguridad” del país, advirtió el republicano Michael McCaul, autor del proyecto de ley. “Cualquiera que haya descargado TikTok en su dispositivo ofreció al Partido Comunista Chino una puerta trasera a toda su información personal”, dijo luego en un comunicado.
Otro eje de conflicto es el Covid, luego de que el embajador estadounidense en China, Nicholas Burns, pidiera a las autoridades del gigante asiático que sean “más honestas” sobre los orígenes de la pandemia. El diplomático estadounidense aprovechó un evento de la Plataforma Internacional de Seguridad, Comercio y Economía de la Cámara de Comercio de Estados Unidos para “presionar a China para que sea más activa y, por supuesto, más honesta sobre lo que sucedió hace tres años en Wuhan”.