Los estados miembro de la Unión Europa (UE) aprobaron ayer una amplia reforma del sistema migratorio europeo, que endurece los controles en las fronteras y que fue rechazado por ONGs humanitarias que alertaron que la medida “causará más muertos en el mar”.
“Se ha alcanzado un acuerdo político en los cinco expedientes del nuevo Pacto sobre Migración y Asilo de la UE”, escribió en la red social X la Presidencia rotatoria española de la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que se trata de un acuerdo “histórico” mientras que la ONU destacó el pacto como “un avance positivo”. Por su parte, España, Italia y Grecia, los países más fuertemente expuestos a los flujos migratorios ilegales por ser la puerta de entrada al continente desde el mar Mediterráneo, se felicitaron por el texto.
La reforma prevé controles más estrictos en las llegadas de migrantes al territorio de la UE, centros de retención de migrantes en las inmediaciones de las fronteras para expulsar rápidamente a quienes no se les otorgue el derecho al asilo y un mecanismo solidario obligatorio entre los miembros, para quitar la presión migratoria a los países más afectados. Según este mecanismo solidario, los estados que se nieguen deberán pagar 20.000 euros por persona rechazada.
Para que el acuerdo político se haga efectivo debe ser aprobado formalmente por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, el foro de los 27 estados miembro, algo que se espera ocurra antes de las elecciones europeas de junio de 2024.
La reforma dispuesta por la UE despertó críticas de diversas organizaciones humanitarias. Unas cincuenta ONGs, entre ellas Amnistía Internacional, Oxfam, Caritas y Save the Children habían escrito el lunes una carta abierta a los negociadores para alertarlos sobre el riesgo de acabar teniendo “un sistema mal diseñado, costoso y cruel”. Una quincena de entidades advirtieron que “no hay una sola vida que se salvará por la decisión de hoy (por ayer). Este acuerdo representa un fracaso histórico y un homenaje a los partidos de la derecha europea”.