El papa León XIV declaró este sábado a los nuevos embajadores ante la Santa Sede que el Vaticano no será indiferente frente a las violaciones de los derechos humanos en el mundo.
“Quiero reafirmar que la Santa Sede no permanecerá de brazos cruzados ante las graves desigualdades, las injusticias y las violaciones de los derechos humanos fundamentales en nuestra comunidad internacional, cada vez más fracturada y sujeta a los conflictos”, sostuvo.
Se trata de una de las primeras ocasiones en las que el sumo pontífice expresa con tanta claridad su posición desde que fue elegido en mayo para dirigir la Iglesia católica, tras el fallecimiento del papa Francisco.
León XIV sostuvo que la diplomacia vaticana está “constantemente orientada al servicio de la humanidad, apelando a las conciencias y permaneciendo atenta a la voz de los pobres, de las personas en situación de vulnerabilidad o marginadas”.
Al enfatizar las desigualdades globales, el Papa retoma la línea de su predecesor: Francisco fue un fuerte defensor de los derechos de los migrantes y de otros grupos vulnerables.
El Papa volvió a referirse a su posible visita a la Argentina y Uruguay









