Una mujer de 84 años que pasó 72 esclavizada en Río de Janeiro fue liberada de la familia que la mantuvo en esa condición, en el caso de explotación humana más largo registrado en Brasil, al cumplirse este viernes 134 años de la Abolición de la Esclavitud.
El Ministerio Público del Trabajo informó el caso este viernes, como parte del aniversario de la Ley Aurea, que convirtió a Brasil el 13 de mayo de 1888 en el último país de Occidente en abolir oficialmente la esclavitud, luego de tres siglos de haber sido uno de los lugares emblemáticos del tráfico de esclavos africanos.
En ese marco, el movimiento negro, que califica a la fecha como una «falsa abolición», acudió al Supremo Tribunal Federal para que reconozca «una política de muerte a los cuerpos negros» que necesita justicia y reparación.
La anciana de 84 años liberada está en un asilo, donde recibe la ayuda de asistentes sociales, y no percibe que sufrió la esclavitud.
La mujer fue liberada hace dos meses de la casa de la familia donde comenzó a trabajar a los 12 años, en la zona norte de Río de Janeiro, y forma parte del contingente de 58.000 brasileños liberados por el Ministerio Público del Trabajo por haber sido sometidos a trabajos equivalentes a situación de mano de obra esclava.
El Ministerio Público del Trabajo informó que los casos de personas sometidas a la esclavitud «como si fueran de la familia» son más comunes de lo que se percibe en el país, donde el 53% de la población se declara afrodescendiente, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La anciana de 84 años liberada está en un asilo, donde recibe la ayuda de asistentes sociales, y no percibe que sufrió la esclavitud.
«Ella no tiene noción de que fue esclavizada luego de haber trabajado durante toda su vida para todos los miembros de la familia. No se casó, no tuvo hijos y perdió contacto con los familiares», dijo la asistente social Cristiane Lessa, encargada del caso.
La anciana durmió en un pequeño sofá ubicado en una sala de la casa durante toda su vida de sometimiento, sin cobrar salario ni poder tener profesión, educación o contacto con sus familiares.
La mujer no tenía documentos y la familia asegura que era una empleada, sin que se le permitiera gozar de ningún tipo de derecho, informó el fiscal del trabajo Alexandre Lyra.
Desde que asumió en 2019, el presidente Jair Bolsonaro se lanzó contra el trabajo del Ministerio Público del Trabajo al denunciar una «industria de la multa» por las inspecciones sobre trabajo esclavo en el agronegocio brasileño, base electoral del dirigente de ultraderecha.
En 2021, según datos del Poder Judicial, se batió el récord (1.937 personas) de los últimos siete años en personas rescatadas de trabajos degradantes o análogos a la esclavitud.
El aniversario coincidió con un comentario hecho el jueves por Bolsonaro en sus redes sociales, en el que comparó a los negros con animales: «Cuántas arrobas estás pesando», le dijo entre risas a un seguidor negro, al utilizar la medición de peso del ganado.
El caso de esta mujer de la zona norte de Río de Janeiro se remonta a los años 50, cuando sus padres trabajaban para la familia de hacendados en los campos. A los 12 años, ella fue enviada a trabajar en las casas de la familia, sobre todo como niñera.
Desde el 15 de marzo que la familia Mattos negocia con la fiscalía del fuero laboral el pago de los impuestos y las cargas previsionales por haber mantenido a esta mujer como empleada no remunerada legalmente.
Los autores del delito podrían ser condenados a entre dos y ocho años de cárcel.
El caso fue divulgado justamente en el aniversario de la fecha en la cual la Princesa Isabel firmó la Ley Aurea, eliminando la esclavitud en Brasil en términos jurídicos, tras lo cual el Imperio del Brasil fue derrocadol el 15 de noviembre de 1889, al año siguiente, por un golpe militar que estableció el sistema republicano y el fin de la monarquía.
El movimiento negro brasileño, en cambio, no celebra esta fecha sino que adhiere al feriado del 20 de noviembre, el Día de la Conciencia Negra, en homenaje a Zumbí dos Palmares, el líder de esclavos que marcó una rebelión y fundó uno de los primeros «quilombos» (palenques en la América española), comunidades de esclavos fugitivos de sus señores.
Los autores del delito podrían ser condenados a entre dos y ocho años de cárcel.
El aniversario coincidió con un comentario hecho el jueves por Bolsonaro en sus redes sociales, en el que comparó a los negros con animales: «Cuántas arrobas estás pesando», le dijo entre risas Bolsonaro un seguidor negro, al utilizar la medición de peso del ganado.
Es la segunda vez que hace este tipo de comentario: el primero fue en la campaña presidencial de 2018 ante la comunidad judía, cuando dijo que los negros no querían trabajar, declaración por la cual fue procesado por la Procuración Gernal de la República cuando tenía el cargo de diputado.
«La otra vez fui a un ‘quilombo’ y el afrodescendiente más liviano pesaba siete arrobas. No hacen nada, no sirven ni para procrear. Se gasta una fortuna en ellos», declaró el Prsidente brasileño en ese momento
El movimiento negro brasileño aprovechó la fecha del 13 de mayo para realizar sus reivindicaciones con manifestaciones en las principales plazas de Brasil.
Este viernes, Bolsonaro asistió a un acto de la Policía Militarizada de San Pablo, donde prometió trabajar por una ley para eximir de responsabilidad al policía que mata en cumplimiento del deber.
«Si ustedes portan un arma, en la cintura o en el pecho, es para usarla. Y nosotros, jefes del Ejecutivo, debemos dar respaldo y seguridad por el cumplimiento de la misión. Mi gran sueño es aprobar la ley de exclusión de ilícitos para los policías, para que después de una misión vayan con su familia y no a dar explicaciones a un juez», sostuvo el mandatario.
El movimiento negro brasileño aprovechó la fecha del 13 de mayo para realizar sus reivindicaciones con manifestaciones en las principales plazas de Brasil.
En el marco jurídico, la Coalición Negra por derechos acudió a la corte suprema para el reconocimiento del «genocidio negro» en la era de la posesclavitud, según anunciaron los dirigentes Douglas Belchior y Sheila de Carvalho, en base a las estadísticas sobre las muertes de jóvenes negros en las periferias por parte de la policía.