El día después del ataque con misiles de Irán, Israel amaneció con combates cuerpo a cuerpo entre fuerzas israelíes y militantes de Hezbollah, con un saldo de ocho soldados israelíes muertos en el sur del Líbano y la promesa de Benjamín Netanyahu de que habrá una represalia contra Teherán en medio a una escalada bélica en la región. Los anuncios de los soldados muertos se conocieron en la víspera del Rosh Hashana, el año nuevo judío.
En contrapartida, casi 2.000 personas han muerto en ataques israelíes contra el Líbano desde el inicio de las hostilidades, si bien la inmensa mayoría de estas víctimas se produjeron desde el inicio de la campaña masiva de bombardeos del Estado judío hace dos semanas. De acuerdo con un informe de la Presidencia del Consejo de Ministros publicado ayer, al menos 1.928 personas han muerto y otras 8.704 han resultado heridas, principalmente en el sur del Líbano y en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, un importante bastión de Hezbollah en la capital.
A su vez, la intensa campaña de bombardeos israelíes ha provocado el desplazamiento de casi 1,2 millones de personas, que muchas de ellas han buscado refugio en segundas residencias, hoteles, pisos de alquiler y en alguno de los 867 albergues habilitados por las autoridades, pese a que más del 74 % están completamente abarrotados.
En paralelo, la Guardia Revolucionaria iraní dijo que, si había represalias por parte de Israel al ataque del martes, la respuesta de Teherán sería “más aplastante y ruinosa” y que apuntarían a derribar “toda su infraestructura, si Israel responde”, el fuego. Así lo anticipó Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán. Irán había prometido tomar represalias tras los ataques israelíes de los últimos días que mataron a los principales líderes de su aliado Hezbollah en el Líbano, incluido el líder del grupo, Hassan Nasrallah, una figura destacada en la red de combatientes de Irán en toda la región.
Israel declaró a Gueterres persona non grata
Israel declaró ayer “persona non grata” al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, por no condenar “de forma inequívoca” el ataque balístico de Irán a su territorio. “Cualquiera que sea incapaz de condenar de manera inequívoca el ataque odioso de Irán a Israel no merece pisar suelo israelí. Este secretario general está contra Israel, y apoya a terroristas, violadores y asesinos”, dijo en un comunicado el canciller Israel Katz.
Guterres, que apoya a “los asesinos de Hamás, a Hezbollah, a los hutíes, y ahora a Irán, la madre del terrorismo global, será recordado como una mancha en la historia de la ONU a lo largo de las próximas generaciones”, enfatizó Katz. Tras el ataque de Irán a Israel, en la noche del martes, Guterres reaccionó condenando “la ampliación del conflicto en Oriente Medio”, y la dinámica de “escalada tras escalada”.
“Esto tiene que parar. Necesitamos absolutamente un alto el fuego”, añadió el diplomático. El jefe de la ONU ha pedido reiteradamente un alto al fuego en los combates de Israel tanto con Hamás en Gaza como contra Hezbollah en Líbano. Guterres condenó en el Consejo el “ciclo repugnante” de violencia en Medio Oriente, que se encuentra al “borde del precipicio” tras los ataques iraníes contra Israel.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia este miércoles para tratar la escalada de hostilidades en la región. Italia, que preside la rotatoria del G7, convocó también una reunión a distancia de los líderes de los países de la organización para hablar sobre Oriente Medio.
Biden dijo que no apoyará un ataque nuclear
El presidente estadounidense Joe Biden aconsejó a Israel que dé una respuesta proporcional a la andanada de misiles balísticos iraníes de esta semana, expresando su oposición a un posible ataque contra las instalaciones nucleares de Irán con la esperanza de evitar que el conflicto que ha estallado en la región se amplíe aún más.
Dos altos funcionarios del gobierno declararon a la cadena CNN que, en privado, los funcionarios estadounidenses no están tratando de persuadir a Israel para que se abstenga de tomar represalias contra Irán, una notable diferencia con respecto a abril, cuando Biden animó a Israel a “conformarse con la victoria” tras la intercepción con éxito de una andanada de drones y misiles iraníes.
En cambio, Biden espera que Israel adopte un enfoque comedido que pueda defender su derecho a devolver el golpe y, al mismo tiempo, evitar una acción que podría provocar nuevas represalias e inclinar a la región hacia una guerra a gran escala.