La tensión entre Estados Unidos y China volvió a hacerse sentir en los mercados internacionales, con una nueva disputa centrada en la industria de los microchips, sector estratégico para el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial. Esta reactivación del conflicto comercial provocó un clima de aversión al riesgo que golpeó tanto a los índices globales como a los activos argentinos.
En Buenos Aires, el índice S&P Merval cortó su racha positiva y se desplomó un 2,5%, arrastrado por fuertes pérdidas en empresas clave como Transener (-6%), Sociedad Comercial del Plata (-5,9%) y Edenor (-4,8%). La baja se dio en sintonía con lo ocurrido en Wall Street, donde el Dow Jones retrocedió un 1,9% y los ADRs de compañías argentinas también sufrieron un fuerte retroceso. Central Puerto lideró las caídas con un -4,3%, seguida por Grupo Supervielle (-4,2%).
En paralelo, los bonos soberanos en dólares mostraron una tendencia mayoritariamente bajista: el Global 2038 cayó 0,9%, mientras que el Bonar 2038 retrocedió 0,8%. Esto hizo que el riesgo país vuelva a escalar y cierre en 663 puntos básicos, según la medición del banco JP Morgan.
Expectativa por anuncios económicos
A nivel local, los operadores del mercado están atentos a posibles anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, que podrían flexibilizar las normativas que actualmente restringen el movimiento de divisas. Entre las medidas en análisis figura la eliminación de los requisitos de justificación del origen de fondos para el ingreso de dólares al país.
En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que mostró una caída del 1,8% en marzo en comparación con febrero. Según analistas, se trata de una señal de que la economía argentina enfrenta dificultades para sostener el nivel de recuperación que venía mostrando en los últimos meses.
Con un frente externo convulsionado y un escenario interno en proceso de reformas, los mercados se mantienen en estado de alerta y con elevada sensibilidad ante cualquier cambio en el panorama económico o geopolítico.
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