El gobierno de Venezuela rechazó “de manera categórica” un informe de violaciones de derechos humanos en el país presentado en la Organización de Naciones Unidas, al que calificó de “vulgar y panfletario”.
Poco después, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, conversó telefónicamente con el presidente Nicolás Maduro para expresar su “preocupación por los informes de violencia post-electoral”.
Guterres “enfatizó la necesidad de resolver cualquier disputa política de manera pacífica” y “tomó nota de las posiciones del presidente venezolano sobre la situación”, dijo la ONU.
La misión sobre violaciones de derechos humanos difundió esta semana un informe y lo presentó el viernes ante el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, en el que dijo que el Estado venezolano reforzó su aparato represivo con una “modalidad más dura y violenta” contra opositores y disidentes tras las elecciones de julio.