El gabinete de Israel aprobó ayer de manera preliminar la creación de una Guardia Nacional que quedará bajo las órdenes del ministro más extremista del actual Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, que es el más derechista de la historia del país.
A pesar del rechazo que la iniciativa suscita en la Justicia, la Policía y la minoría palestina de Israel, el plan del ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir, recibió el primer visto bueno de parte de los integrantes del Ejecutivo de Netanyahu.
Reunido en Jerusalén, el gabinete aprobó los recortes presupuestarios necesarios para redestinar el dinero a la creación de la nueva Guardia Nacional, que tendrá unos 2.000 efectivos que estarán bajo el comando directo de Ben Gvir.
Este primer paso indispensable para el establecimiento de la fuerza llega en medio de gran conmoción social en Israel por una muy polémica reforma de la Justicia que impulsa Netanyahu, que ha desatado las mayores protestas populares en décadas en el país.
La creación de la Guardia Nacional fue anunciada la semana pasada por Ben Gvir en el marco de un acuerdo al que había llegado con Netanyahu que incluía, además, aplazar unas semanas el trámite parlamentario de la reforma judicial pero seguir en el cargo.
La oposición teme que la Guardia Nacional se convierta en una guardia pretoriana al servicio del ultraderechista Ben Gvir, un agitador con varias condenas judiciales. El actual Gobierno de Netanyahu -varias veces primer ministro- es una coalición de partidos ultraconservadores y nacionalistas asumida en diciembre pasado tras elecciones celebradas en noviembre de 2022.
Está considerado el más de derecha de las historia de Israel, es decir, entre cosas, el más inclinado a reforzar el carácter judío del Estado y el control de tierras que los palestinos reclaman para fundar su Estado, que Israel ocupa desde 1967.
Ben Gvir encabeza el partido más de derecha del actual Gobierno y en el pasado ha sido acusado más de 50 veces y condenado en ocho oportunidades por disturbios, vandalismo, incitación al racismo y apoyo a una organización terrorista.
La asunción del Gobierno coincidió con la mayor ola de violencia en años en Cisjordania y Jerusalén este, los territorios bajo ocupación reclamados por los palestinos, con más de 80 palestinos y 14 israelíes muertos desde principios de año.
Según Ben Gvir, la nueva Guardia Nacional se ocuparía de prevenir “el terrorismo y los crímenes nacionalistas”, de garantizar la seguridad en ciudades donde residen tanto judíos como árabes y de combatir el crimen organizado en las ciudades árabes.
Ahora que recibió la primera luz verde del Gobierno, el proyecto pasará a un comité compuesto por miembros del aparato de seguridad previo a su aprobación definitiva.