La Navidad es una festividad de origen católico que recuerda el nacimiento de Jesucristo cada 25 de diciembre y se convirtió en una de las celebraciones más extendidas del mundo. No obstante, su alcance no es universal y en varios países no forma parte del calendario oficial ni tiene un arraigo cultural significativo.
Mientras que en gran parte de Occidente la fecha se asocia a reuniones familiares, intercambios de regalos y mensajes de paz, en otras regiones pasa casi desapercibida. En esos casos, las razones responden a decisiones políticas, procesos históricos de secularización o fundamentos religiosos que limitan o directamente prohíben su conmemoración.
Decisiones políticas y secularización del Estado
Uno de los ejemplos más cercanos es Uruguay, donde desde 1919 el Estado eliminó los nombres religiosos de los feriados nacionales. En ese marco, el 25 de diciembre dejó de llamarse Navidad y pasó a denominarse Día de la Familia.
La medida se originó tras la Constitución de 1917, que estableció la separación entre la Iglesia y el Estado. Sin embargo, más allá de la denominación oficial, buena parte de la población continúa celebrando la fecha de manera tradicional, manteniendo su impronta religiosa y cultural.
Restricciones por motivos religiosos
En países de mayoría musulmana, la Navidad no integra el calendario oficial debido al predominio del islam. En Arabia Saudita, por ejemplo, no está prohibida de forma explícita, pero su celebración pública es desalentada al tratarse de una festividad cristiana y ajena al calendario lunar islámico.
Una situación más restrictiva se da en Tayikistán, donde desde 2015 las autoridades prohibieron toda manifestación navideña en espacios públicos. Árboles, regalos, comidas festivas y símbolos como Papá Noel quedaron vetados en escuelas y edificios oficiales, al considerarse una celebración extranjera sin lugar en la identidad nacional.
Prohibiciones totales y control estatal
En Corea del Norte, la Navidad dejó de celebrarse oficialmente en 2016 por decisión del líder Kim Jong Un. Desde entonces, cada 25 de diciembre se rinde homenaje a su abuela, nacida esa misma fecha en 1919, en reemplazo de la conmemoración cristiana.
Por su parte, Brunei aplica desde 2014 de manera estricta la ley islámica o sharía, lo que derivó en la prohibición total de la Navidad, incluso para extranjeros. Las decoraciones, saludos y reuniones públicas están vedadas y su incumplimiento puede derivar en multas o penas de prisión.
En Somalia, la prohibición rige desde 2015 y alcanza a cualquier manifestación pública de celebraciones no islámicas. Si bien los extranjeros pueden celebrar en privado, las autoridades consideran que la Navidad puede representar una amenaza cultural y de seguridad, por lo que mantienen un estricto control.









