Los países miembros de la Unión Europea (UE) aprobaron este lunes un endurecimiento de las normas migratorias que permitirá la creación de “centros de retornos” fuera del bloque para los solicitantes de asilo cuyas demandas hayan sido rechazadas.
Los Estados de la UE alcanzaron un acuerdo sobre dos propuestas legislativas relativas a los terceros “países seguros”, con el objetivo de acelerar los retornos de migrantes cuyas solicitudes no tienen posibilidades de ser aceptadas.
Reunidos en Bruselas, los ministros de Interior de los 27 dieron luz verde al paquete presentado por la Comisión Europea en un contexto marcado por el auge de partidos que reclaman reducir la migración.
Además de la apertura de centros fuera de las fronteras comunitarias, el plan contempla sanciones más severas contra quienes se nieguen a abandonar el territorio europeo una vez rechazada su petición de asilo. El paquete aún debe ser aprobado por el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor.
Por un lado, los Estados acordaron un nuevo reglamento sobre el concepto de tercer país seguro, que amplía las condiciones en las que una solicitud de asilo puede considerarse inadmisible. En particular, ya no será obligatorio que el migrante tenga una “conexión” con el país al que sería enviado.
Por otro, los ministros aprobaron la primera lista conjunta de países de origen considerados “seguros”, que incluye a Marruecos, Colombia, Bangladesh, Egipto, India, Kosovo y Túnez, además de los países candidatos a la adhesión a la UE.
El comisario europeo de Interior, Magnus Brunner, afirmó que las medidas “ayudarán a procesar las solicitudes de manera más efectiva y reducirán la presión sobre los sistemas de asilo”.
Sin embargo, el consenso no fue unánime. España, Francia y Portugal votaron en contra del reglamento sobre tercer país seguro.
Francia respaldó además a España en el rechazo a que no exista obligación de notificar a otros Estados miembros los acuerdos bilaterales con terceros países para retornos, y pidió evitar una financiación europea para dichos convenios.
Por el contrario, Alemania apoyó la propuesta porque “da un marco mucho más pragmático que respeta nuestras obligaciones internacionales”.
Las medidas generaron fuertes críticas por parte de organizaciones de defensa de los migrantes, que denuncian que se trata de políticas que vulneran los derechos humanos.
“En lugar de invertir en seguridad, protección e inclusión, la UE opta por políticas que expondrán a más personas al peligro y a la inseguridad jurídica”, advirtió Silvia Carta, de la ONG PICUM.
El acuerdo establece también límites específicos: no podrá aplicarse el concepto de tercer país seguro a menores no acompañados. Además, un solicitante que recurra una decisión de inadmisibilidad ya no tendrá derecho automático a permanecer en la UE, aunque podrá solicitar a un tribunal que lo autorice mientras dura el proceso.
La primera lista de países seguros, según la Comisión, “contribuirá a crear procedimientos de asilo más rápidos y eficientes, así como al retorno de quienes no necesitan protección”.
En paralelo a estas discusiones, una nueva tragedia migratoria volvió a mostrar la vulnerabilidad de quienes intentan llegar a Europa.
Un total de 18 migrantes fueron hallados muertos en un barco a la deriva frente a la costa sur de Grecia, mientras que dos sobrevivientes fueron rescatados, según informó la radiodifusora pública griega ERT.
La embarcación fue localizada a 26 millas náuticas (48,2 km) al sur de Yerápetra, en la isla de Creta.
Reportes iniciales indicaban que el bote se había hundido y que los cuerpos estaban en el mar, pero el Guardacostas aclaró que el barco no naufragó, sino que fue encontrado a la deriva en medio de mares agitados, con los 18 cadáveres dentro.
Las primeras evaluaciones sugieren que las víctimas pudieron haber muerto por hipotermia e inanición, tras una prolongada exposición a condiciones climáticas severas.
Los dos sobrevivientes explicaron que la embarcación quedó a la deriva por el mal clima y que pasaron horas sin alimento ni abrigo.
Según el Guardacostas, los cuerpos llevaban más de un día sin vida antes de ser hallados.
Las autoridades griegas abrieron una investigación para esclarecer el incidente.









