Polonia anunció ayer que enviará 2.000 soldados adicionales para reforzar la seguridad en su frontera oriental con Bielorrusia, en medio de tensiones con ese país y con Rusia por la invasión rusa de Ucrania.
Polonia advirtió recientemente sobre las “provocaciones” de Bielorrusia y los riesgos para su seguridad por la presencia del grupo ruso de mercenarios Wagner en el país vecino, que es aliado de Rusia. Además, el Gobierno nacionalista polaco también acusa a Bielorrusia y Rusia de organizar un nuevo flujo récord de migrantes hacia la Unión Europea (UE) para desestabilizar la región.
El plan proyecta que las tropas sean desplegadas en dos semanas y que sumen a los 2.000 agentes ya apostados en la frontera con Bielorrusia, uno de los límites orientales de la UE.
En paralelo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que la reactivación del pacto que permitía a Ucrania exportar granos desde puertos del mar Negro bloqueados por Rusia depende de que las potencias occidentales “cumplan sus promesas”.
En ese marco, indicó que “la solución a ese problema depende de que los países occidentales cumplan sus promesas. Las medidas que hubieran podido transformar la atmósfera positiva de la Iniciativa del mar Negro en un alto el fuego y luego en un acuerdo duradero de paz no se adoptaron”.