La empresa rusa Gazprom anunció ayer que suspenderá la provisión de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1. Se trata de una de las conexiones más importantes para los flujos de gas natural hacia Alemania, principalmente, aunque también afecta de manera indirecta a Italia y Austria. El tiempo pasa y el panorama se presenta cada vez más complejo.
Desde junio pasado el gasoducto de gas natural construido en alta mar, a través del Mar Báltico, desde Rusia hasta Alemania opera al 40% de su capacidad. Ahora, el suministro estará cortado durante diez días por trabajos de mantenimiento.
En este escenario ingresa Canadá, que ayer entregó una turbina necesaria para volver a operar el Nord Stream a su máxima capacidad, alivianando un poco el panorama. “Nord Stream está parado, lo que significa que el gas dejó de circular”, confirmó el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, quien además vaticina un futuro incierto.
Para los alemanes la tensión está puesta en la posibilidad de que el suministro no se restablezca por la guerra en Ucrania. Además, la poca provisión de gas generó un aumento en su costo, al mismo tiempo que Alemania trata de reducir urgentemente su dependencia del gas ruso y llenar los depósitos de almacenamiento para el invierno.
Por otra parte, Rusia redujo en un tercio el suministro habitual de gas a Italia. Así lo confirmó ayer la compañía italiana de hidrocarburos Eni. Antes de la guerra en Ucrania, Italia importaba el 40% de sus suministros de gas anuales desde Rusia. En tanto, el primer ministro, Mario Draghi, prepara distintas medidas que van desde decretar el racionamiento de las empresas energéticas a limitar el consumo tanto para la calefacción como para el alumbrado público.
En paralelo, se recurrirá a aumentar el uso de las centrales eléctricas de carbón. Entre los proveedores alternativos figuran países como Argelia, su segundo suministrador, la República del Congo, Catar y Angola. Finalmente, la empresa austríaca OMV informó que está recibiendo solo un 30% del volumen de suministros de gas acordado con Gazprom.
Desde mediados de junio, Austria recibe la mitad de los volúmenes acordados con Rusia, país al que compra el 80% de sus importaciones de gas. Lo que preocupa a las autoridades austríacas es almacenar suficiente gas de cara al invierno, y que no impacte en su industria ya que si lo hace, según el instituto de investigación Agenda Austria, si se produce la interrupción total, el país entraría en recesión, con una caída del crecimiento económico de entre el 2,6 y 5,1%. Tanto Italia como Austria son abastecidos por el gasoducto TAG, que pasa por Ucrania, pero también por Nord Stream 1.
Ciudadanía rusa para todos
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que facilitará el acceso a la nacionalidad rusa a todos los ucranianos, extendiendo así la medida que hasta ahora se aplicaba a los territorios de Ucrania ocupados por sus fuerzas.
La medida fue comunicada ayer y según el Gobierno ruso, desde el 2019 más de 800.000 personas de la región ucraniana del Donbás solicitaron la ciudadanía de la Federación Rusa.
Hace dos años Rusia otorga la ciudadanía a los habitantes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, controladas parcialmente por los separatistas prorrusos desde 2014.
Desde mayo la otorgan para los ciudadanos de Zaporiyia y Jerson. En tanto, el rechazo ucraniano no se hizo esperar.
La Cancillería ucraniana manifestó que “la decisión constituye una nueva usurpación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania, incompatible con las normas y los principios del derecho internacional”.