El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió hoy aumentar la producción militar para mantener la ofensiva en Ucrania y anticipó la puesta en servicio este año de su último modelo de misiles balísticos intercontinentales, el Sarmat, un sistema que habría experimentado algunas fallas, según fuentes estadounidenses.
«Prestamos una atención particular, como siempre, al refuerzo de la triada nuclear. Este año, las primeras lanzadoras del sistema de misiles Sarmat se pondrán en servicio», aseguró el líder ruso en un video publicado en vísperas del primer aniversario de su invasión a Ucrania y en ocasión del Día de los Defensores de la Patria.
El martes, en un discurso anual muy esperado, Putin había anunciado la puesta en servicio de otros sistemas nucleares sin precisar cuáles y la suspensión de la participación de Rusia en el tratado Nuevo Smart, el último acuerdo bilateral de desarme nuclear con Estados Unidos, recordó la agencia de noticias AFP.
El Sarmat, cuya puesta en marcha había sido anunciada para 2022, fue descripto en abril por Putin como un misil capaz de «hacer fracasar todos los sistemas antiaéreos» y que «hará reflexionar dos veces a quienes intentan amenazar» a Rusia.
El sistema forma parte de la serie de misiles presentados en 2018 como «invencibles» por parte del presidente ruso.
El Sarmat, apodado Satán II por los occidentales, tiene un alcance casi ilimitado, dijo en algunas ocasiones Putin.
Sin embargo, según la cadena CNN, que cita a responsables estadounidenses bajo anonimato, el último ensayo del Sarmat fracasó esta semana. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó ayer comentar estas revelaciones.
«Todas las informaciones que merezcan hacerse públicas se tramitan por el canal del ministerio de Defensa», dijo el portavoz, a la vez que advirtió contra las «provocaciones» occidentales.
En el video difundido hoy, Putin afirmó además que el ejército es el «garante» de la estabilidad del Estado ruso y prometió aumentar la producción industrial militar para satisfacer sus necesidades en Ucrania.
«Un ejército y una marina modernos y eficaces son el garante de la seguridad y de la soberanía del país, el garante de su desarrollo estable y de su futuro», declaró.
«Por eso, como antes, prestaremos atención prioritaria al fortalecimiento de nuestras capacidades de defensa», añadió.
El ejército ruso está intentando volver a la ofensiva en el Donbass, en el este de Ucrania.
El presidente ruso dijo que quería «liderar el desarrollo equilibrado y de alta calidad de todos los componentes de las fuerzas armadas» equipando a sus tropas con «nuevos sistemas de ataque, equipos de reconocimiento y comunicación, drones y sistemas de artillería».
El ejército ruso ha sufrido grandes pérdidas desde el comienzo de la ofensiva en Ucrania hace un año.
Tras una serie de reveses militares, Putin movilizó al menos a 300.000 reservistas a partir de septiembre y muchos observadores esperan una nueva gran ofensiva en las próximas semanas.