Cientos de miles de personas agobiadas por la crisis económica marcharon ayer por ciudades de todo el mundo para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores y exigir justicia social, en manifestaciones de una intensidad que no se veía desde antes de la pandemia de coronavirus.
Además de los disturbios en Francia, en Corea del Sur y Japón exigieron mejores salarios y en España poder tomarse días libres, entre muchas otras consignas en muchos otros lugares del planeta.
Manifestantes en Alemania se manifestaron contra la violencia contra las mujeres y las personas LGBTQ+, mientras que las movilizaciones fueron reprimidas en Turquía, país que se prepara a celebrar elecciones.
Manifestaciones o huelgas sectoriales también se registraron en otros países europeos, como Letonia o Portugal, y se esperaban en naciones de América, desde Canadá a Argentina, para reclamar un mayor salario.