El Gobierno de Bulgaria presentó su renuncia este jueves mientras el país era escenario de protestas masivas a pocas semanas de su ingreso a la eurozona, previsto para el 1 de enero. La dimisión se anunció instantes antes de que el parlamento votara una moción de censura impulsada por la oposición.
Según informaron medios internacionales, la coalición minoritaria, liderada por el partido de centroderecha Gerb, enfrentaba cuestionamientos por la gestión económica y un creciente malestar social por denuncias de corrupción.
“Antes de la votación de censura de hoy, el Gobierno está dimitiendo”, declaró el primer ministro Rosen Zhelyazkov en el parlamento.
Las manifestaciones del miércoles se sumaron a las de la semana anterior, que se habían iniciado por el proyecto presupuestario del Gobierno para aumentar impuestos, contribuciones a la seguridad social y gasto público.
Pese a que el Ejecutivo retiró el plan presupuestario de 2026, las demandas crecieron hasta exigir directamente la renuncia del Gobierno.
Zhelyazkov se refirió a las protestas al señalar: “Las decisiones de la Asamblea Nacional son significativas cuando reflejan la voluntad del pueblo”.
Se estima que la convocatoria superó los 100.000 manifestantes. En el centro del descontento aparece el rol del político y oligarca Delyan Peevski, sancionado por Estados Unidos y Reino Unido, cuyo partido MRF Nuevo Comienzo apoya al Gobierno. Sus opositores lo acusan de influir en decisiones oficiales en línea con intereses oligárquicos.
Bulgaria, con 6,4 millones de habitantes, prevé reemplazar el lev por el euro a partir del 1 de enero de 2026, convirtiéndose en el miembro número 21 de la eurozona.
El parlamento deberá definir los pasos institucionales tras la dimisión, mientras continúan las negociaciones políticas en un escenario marcado por el descontento social y el inminente cambio monetario.
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