El Kremlin advirtió ayer a Ucrania de los “riesgos” de usar sus puertos del sur para sacar sus cereales de manera unilateral por el mar Negro, tras la finalización del acuerdo que regía hasta martes y que Moscú se negó a prorrogar con el argumento de que no estaban dadas las condiciones.
La advertencia se conoció al día siguiente del fin del acuerdo, que hasta ahora permitió sacar unos 33.000.000 de toneladas de grano y de otros cereales destinados a combatir el hambre en gran parte del planeta.
Moscú se negó a renovarlo al afirmar que esos productos no fueron trasladados a las regiones más necesitadas, como es el caso de África, y que no se cumplió un pacto firmado en paralelo, ambos con la mediación de Turquía y la ONU, para exportar los fertilizantes rusos afectados por las sanciones de Occidente.
“A falta de garantías de seguridad adecuadas, se plantean algunos riesgos”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y recalcó que si “se prepara algo sin Rusia, se deben tener en cuenta esos riesgos”.