Rusia descartó ayer un rápido fin de su invasión a Ucrania y autoridades ucranianas denunciaron decenas de bombardeos rusos en regiones en las que Moscú había prometido reducir sus operaciones de combate luego de algunos avances en negociaciones de paz.
Las afirmaciones y los ataques reforzaron el escepticismo con que Ucrania y países occidentales habían recibido la promesa rusa y asestaron un golpe a las esperanzas que ésta había generado de que el fin de la guerra estuviera finalmente a la vista.
En contraste, Estados Unidos reveló dos datos que parecen marcar un atisbo de repliegue de Moscú: el alejamiento de Kiev de “un pequeño número de tropas” y el inicio del retiro de soldados de la extinta central nuclear de Chernóbil, que controla desde el primer día de la invasión, el 24 de febrero.
Autoridades de Ucrania informaron que los bombardeos rusos alcanzaron casas, negocios e “infraestructura civil” en la periferia de Kiev, la capital, y en la norteña ciudad de Chernigov. Por su parte, las Fuerzas Armadas del país, dijeron que el ejército ruso intensificó sus ataques contra la ciudad oriental de Izium y en la región de Dontesk, en el Donbass, también en el este del país, tras movilizar allí unidades que estaban en otras regiones.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que no veía razones para creer el anuncio de Rusia de que reduciría su actividad militar en torno a Kiev y Chernigov, dado lo que sigue sucediendo sobre el terreno.
Desde Moscú, el vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer que las negociaciones de paz celebradas el pasado martes en Turquía no fueron nada “muy prometedor” ni tuvieron ningún “avance” por lo que había mucho por hacer para lograr la paz.
En ese diálogo en Estambul, el primero en persona en dos semanas, la delegación ucraniana presentó propuestas para un acuerdo de paz que incluye que Ucrania se declare neutral a cambio de que varios otros países garanticen su seguridad.
El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó en una conversación telefónica con Zelenski la disposición de Berlín a convertirse en uno de los garantes si se llega a un acuerdo de paz, oferta que también ratificó Italia. El jefe de gobierno alemán también habló con Putin, quien le prometió que la Unión Europea (UE) podrá seguir pagando el gas ruso en euros y no en rublos, como lo había anunciado previamente el Kremlin.
Volviendo a las negociaciones, el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, anunció en Turquía una reducción “radical” de operaciones militares en torno a Kiev y Chernigov para “aumentar la confianza de cara a más conversaciones”.
En cuanto a los próximos pasos del diálogo, el jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, dijo que su delegación llevaría las propuestas ucranianas a Putin y que luego Moscú daría una respuesta, pero no precisó cuándo.
“Por el momento, no podemos informar nada muy prometedor o algún avance. Hay mucho trabajo por hacer”, declaró a la prensa el vocero de Putin y del Kremlin, Dmitri Peskov, según la agencia AFP.