El acuerdo que permite la salida de granos ucranianos a través del Mar Negro quedó ayer herido de gravedad ante el anuncio de Rusia de que no aceptará prorrogarlo cuando venza esta medianoche, disconforme con lo que considera trabas a sus propias exportaciones de fertilizantes y productos agrícolas.
El acuerdo permitió sacar cerca de 33.000.000 de toneladas de cereales de los puertos ucranianos a pesar del conflicto, y la decisión de Rusia fue cuestionada por Estados Unidos, la Unión Europea y el jefe de la ONU, Antonio Guterres.
“El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy”, dijo ayer a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, que, igualmente, afirmó que “tan pronto como la parte relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente” al convenio sobre los cereales.
En respuesta, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que su país está dispuesto a mantener las exportaciones de granos a través del mar Negro. “Incluso sin Rusia, se debe hacer todo lo posible para que podamos utilizar ese corredor (para las exportaciones) en el mar Negro. No tenemos miedo”, dijo.
Por otro lado, Rusia acusó ayer a Ucrania de perpetrar un ataque contra un puente que une su territorio con la anexada península de Crimea, ofensiva en la que murieron dos civiles, según aseguró Moscú.
“El ataque de hoy (por ayer) contra el puente de Crimea fue llevado a cabo por el régimen de Kiev”, afirmó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajarova. Una pareja de civiles murió y su hija resultó herida, precisó el Comité de Investigación ruso.
En tanto, una fuente de los servicios de seguridad ucranianos (SBU) admitió a la agencia AFP que las fuerzas de su país están detrás del ataque, llevado a cabo con “drones navales”.