El gobierno de Joe Biden sufrió este viernes un duro fracaso en las Naciones Unidas: una resolución liderada por Estados Unidos que pedía un alto el fuego inmediato y sostenido entre Israel y Hamás en Gaza fue vetada por Rusia y China en el Consejo de Seguridad del organismo.
En ese contexto, 11 miembros votaron a favor de la resolución, pero tres países, incluidos dos miembros permanentes con poder de veto, Rusia y China, votaron en contra. Argelia también fue en contra de la medida y Guyana se abstuvo.
La votación se produjo cuando Estados Unidos presiona cada vez más a su aliado Israel por la situación en Gaza, mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, está en territorio israelí para mantener conversaciones con el premier Benjamin Netanyahu y sobre la ayuda humanitaria y la insistencia de Israel en un asalto terrestre a la superpoblada ciudad de Rafah.
La resolución promovida por Estados Unidos establecía que un alto el fuego es imperativo para la protección de los civiles y la expansión de la ayuda que se distribuye a los más de dos millones de palestinos que enfrentan la amenaza de hambruna.
Para justificar el veto de Rusia, que junto con China son miembros permanentes del Consejo, Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante la ONU, dijo que el tema estaba excesivamente politizado y que la resolución hubiera significado una luz verde para que Israel montara una operación militar en Rafah.
Si bien un borrador anterior apoyaba los esfuerzos internacionales para un alto el fuego como parte de un acuerdo de rehenes, la resolución que se votó este viernes no tenía un vínculo directo con la liberación de los cautivos durante los ataques terroristas de Hamás contra Israel el 7 de octubre. Pero «con ese fin» apoyaría inequívocamente los esfuerzos diplomáticos para “asegurar tal alto el fuego en relación en relación con la liberación de todos los rehenes restantes», señalaba.
Antes de la votación de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, Nate Evans, portavoz de la Misión de Estados Unidos ante la ONU, dijo en un comunicado que Estados Unidos había estado «trabajando en serio con los miembros del Consejo durante las últimas semanas en una resolución que apoyará inequívocamente los esfuerzos diplomáticos en curso destinados a asegurar un alto el fuego inmediato en Gaza como parte de un acuerdo de rehenes». Pero finalmente fracasó.
El impulso de la resolución marcó un endurecimiento de la postura de Estados Unidos hacia Israel en la guerra, que se acerca a su sexto mes. Washington, que tradicionalmente protege a Israel en la ONU, ya vetó tres proyectos de resolución, dos de los cuales habían exigido un alto el fuego inmediato. El mes pasado justificó ese veto diciendo que podría poner en peligro las conversaciones sobre una tregua.