Tras semanas de cruces, movimientos militares y previsiones sobre una inminente guerra, tanto Rusia como Estados Unidos y sus aliados occidentales enviaron mensajes pro diplomacia.
El presidente ruso, Valdimir Putin, y su canciller, Serguei Lavrov, se mostraron ayer en una reunión televisada donde intentaron poner paños fríos a las acusaciones de Estados Unidos, sobre que Rusia podría invadir el territorio ucraniano en cualquier momento.
En el programa, Lavrov recomendó a Putin continuar las conversaciones diplomáticas con Estados Unidos y sus aliados a pesar de que hayan rechazado considerar las garantías de seguridad que exige Rusia, entre ellas que Ucrania no se adhiera a la Otan. “Las conversaciones no pueden seguir por tiempo indefinido, pero yo, en este punto, sugeriría continuarlas y expandirlas”, dijo Lavrov.
Putin le replicó que Occidente podría tratar de arrastrarlos a “conversaciones interminables” sin resultados concretos, y Lavrov contestó que no iba a permitir que las cajonearan. Un día antes y en este mismo sendero, el mandatario estadounidense, Joe Biden y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, acordaron la importancia de mantener la diplomacia, pero seguir aplicando medidas de “disuasión”.
En paralelo, sorprendieron las declaraciones del embajador ucraniano en el Reino Unido, Vadym Prystaiko, quien dijo ayer que su país podría renunciar a su adhesión a la Otan, si esto evitara una guerra.
Aunque funcionarios ucranianos pidieron la renuncia del embajador, el presidente las ignoró y horas más tarde, el mismo Zelenski, que compartió una rueda de prensa con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, afirmó: “Nos gustaría ser miembro de la Otan”, no obstante matizó que eso depende de la Otan y no de Ucrania solamente.
Desde Europa, tanto el Scholz, como el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson, se han comprometido con la situación. Macron realizó una gira el fin de semana donde se reunió Putin y Zelenski, Scholz viajará hoy a Moscú y Johnson habló ayer con Biden, donde coincidieron en la estrategia de darle “una nueva oportunidad a la democracia”.
Mueven embajadas y funcionarios por la presencia militar
Tan solo un día después de que el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, invitara al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a visitar su país para dar un mensaje contundente de su apoyo a la causa Ucraniana, la Casa Blanca decidió trasladar su embajada de Kiev a Lviv por la “espectacular aceleración” de la tensión militar.
También Canadá, Australia, Reino Unido, Japón y otros países aliados han tomado la decisión de reducir significativamente sus contingentes diplomáticos en Ucrania.
Por último, llamó la atención que los observadores estadounidenses y británicos de la Misión Especial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa comenzaron a retirarse del este ucraniano y, aunque se espera que sean remplazados por otros países, Rusia acusa una manipulación sobre la Misión.