El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó ayer que “tras 30.000 muertos, hay dudas más que razonables de que Israel esté cumpliendo el derecho internacional humanitario” en la franja de Gaza.
Sin embargo, no quiso calificar la situación de genocidio, como sí hizo el presidente brasileño Lula da Silva, con quien daba una rueda de prensa conjunta en su visita oficial a Brasilia.
“Basta ver las últimas imágenes”, dijo Lula. “Tienen que despertar nuestra humanidad. 30.000 muertos. Somos personas, no algoritmos: si esto no es inhumano, no sé qué lo es”, agregó. Sánchez y Lula insistieron en la necesidad de un alto el fuego humanitario y el reconocimiento internacional de un estado palestino.
En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajará a Chipre, el país comunitario más cercano a la Franja de Gaza, para analizar el proyecto de un corredor humanitario a través del mar Mediterráneo.
“Nuestros esfuerzos están orientados a asegurarnos de que podemos proveer ayuda a los palestinos. Todos esperamos que la apertura de este corredor pueda tener lugar muy pronto”, añadió.