La ONU dijo hoy que 187.500 palestinos tuvieron que dejar sus casas en la Franja de Gaza por los bombardeos israelíes tras el ataque de Hamás y que el asedio completo impuesto por Israel a la región viola las leyes humanitarias.
En la Franja de Gaza, en tanto, el organismo de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) dijo que el edificio donde se ubica su sede en Ciudad de Gaza sufrió importantes daños por un ataque israelí cercano, pero que no hubo víctimas entre el personal.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que los insumos médicos que tenía preposicionados en siete hospitales de Gaza se agotaron tras los ataques israelíes y llamó a abrir un corredor humanitario para hacer llegar elementos vitales al empobrecido territorio costero.
Al menos una organización humanitaria internacional suspendió sus actividades en Gaza por las hostilidades, mientras que la Cruz Roja advirtió de un «desastre» en ciernes y pidió preservar la integridad de los civiles.
«La imposición de asedios que ponen en peligro la vida de civiles al privarlos de bienes esenciales para su supervivencia está prohibida por el derecho internacional humanitario», declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
La máxima autoridad de la ONU en derechos humanos recordó que «toda restricción a la circulación de personas y bienes con vistas a un asedio debe justificarse por necesidades militares».
«Si no, puede constituir un castigo colectivo», agregó.
Igualmente, Türk dijo estar «profundamente chocado e indignado por los reportes de ejecuciones sumarias de civiles y en algunos casos de masacres horribles perpetradas por miembros de grupos armados palestinos».
A esos grupos pidió «liberar de inmediato y sin condiciones a todos los civiles capturados».
«La toma de rehenes está prohibida por el derecho internacional», enfatizó Türk, quien comentó también que según las primeras informaciones hubo víctimas civiles en los bombardeos israelíes en Gaza.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció ayer la imposición de un «asedio total» a la Franja de Gaza, en el tercer día de guerra después de que el movimiento islamista palestino Hamas lanzara una ofensiva por tierra, mar y aire contra Israel.
«Ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado», dijo el ministro.
La Franja de Gaza es un empobrecido y sobrepoblado territorio palestino, donde viven 2,3 millones de personas, y sometido desde 2007 a un estricto bloqueo israelí.
De Gaza partieron los ataques de Hamas en suelo israelí, que causaron unos 900 muertos, según las autoridades.
La respuesta militar de Israel causó cerca de 700 muertos en la Franja, según las autoridades locales.
Además, los ataques israelíes obligaron a desplazarse a más de 187.500 personas dentro de la Franja de Gaza, indicó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), informó la agencia de noticias AFP.
El vocero de la OCHA, Jens Laerke, dijo que 137.500 personas están refugiadas en 83 escuelas que el organismo maneja en la Franja de Gaza, pero que están sobrepobladas, con algunas de ellas casi sin agua potable.
Al mismo tiempo, la OMS, el organismo de salud de la ONU, pidió la apertura de un corredor humanitario hacia la franja.
«Es necesario un corredor humanitario para llevar el material médico esencial para la población», declaró en Ginebra un portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
El vocero dijo que hospitales de Gaza afiliados a la OMS han puesto en funcionamiento planes de contingencia para manejar mejor la afluencia de heridos, pero que «con el número de víctimas que están ingresando, estos hospitales están ahora superados en sus capacidades».
Además, la Unrwa dijo que el edificio donde tiene su sede en Ciudad de Gaza resultó severamente dañado por un bombardeo israelí que alcanzó un objetivo cercano.
En un comunicado, el organismo agregó que todo el personal internacional de la ONU presente en Gaza estaba refugiado en otro edificio del mismo complejo residencial.
También hoy, la ONG Acción contra el Hambre anunció la suspensión temporal de sus operaciones en la Franja de Gaza a causa del conflicto.
La ONG indicó que ninguno de sus trabajadores ha resultado herido, si bien algunos de ellos han tenido que abandonar sus hogares, pues se encuentran en zonas designadas por Israel como «objetivo militar».
La organización mostró su «profunda preocupación» por la violencia y destacó que «el ataque deliberado y desproporcionado a civiles es inaceptable y contrario a cualquier tipo de derecho».
Por su parte, la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, urgió «a todas las partes a respetar sus obligaciones bajo la ley humanitaria internacional y tomar todas las medidas posibles para proteger a los civiles».
«Sin moderación inmediata, temo que nos estamos dirigiendo a un desastre humanitario», escribió en la red X, antes llamada Twitter.