Las cotizaciones de las acciones de los bancos italianos registraron ayer un desplome, tras el decreto-ley dispuesto por la primera ministra, Giorgia Meloni, que grava en un 40% a las ganancias extraordinarias de los bancos que hayan ganado 6% o más durante el año pasado.
En la Bolsa de Milán, el papel de la Banca Mediolanum cerró ayer con un descenso de 5,96%, Unicredit retrocedió 5,94%; Intesa San Paolo. -8,67%; Banca Monte dei Paschi di Siena, -10,8%; BPM, -9,09%; FinecoBank, -9,91%; y BPER, -10,94%.
En base a cálculos de analistas, estas acciones en su conjunto perdieron más de US$ 11.000 millones en capitalización de mercado.
Según el texto de la norma dado a conocer ayer por el Gobierno italiano y que fue aprobado en la reunión del Consejo de Ministros, los bancos que hayan ganado en 2023 un 6% más que el año anterior, y los que en 2022 hayan tenido una ganancia de más de 3% frente al ejercicio precedente, pagarán una tasa del 40% sobre la diferencia obtenida de manera extraordinaria.
El monto del impuesto, en cualquier caso, no podrá superar una proporción igual al 25% del valor de los activos del banco.
La medida, explicó el vicepremier Matteo Salvini, es “una norma de equidad social que se dedicará a una ayuda para los préstamos de compra de la primera vivienda y a una rebaja de impuestos” para personas y empresas.
“Se aplica entonces un impuesto del 40% a las ganancias multimillonarias de los bancos”, planteó Salvini. “Uno solo tiene que mirar en los ingresos de los bancos de la primera mitad del 2023, fruto también de las subas de tasas del BCE, para darse cuenta que no estamos hablando de unos pocos millones sino de miles de millones”, afirmó el dirigente.