El presidente de Brasil, Lula da Silva, calificó ayer de histórico el acuerdo logrado con la oposición de derecha en el Congreso para poder promulgar la reforma tributaria, la primera en 58 años, y que apunta a eliminar progresivamente la guerra fiscal entre estados, la incorporación del IVA como impuesto único para el consumo y el gravamen de artículos de lujo y herencias de los megarricos.
La ceremonia de promulgación de la ley se realizó en el Congreso, con Lula siendo objeto de insultos y de cánticos a favor por parte de los bloques alineados al ex presidente Jair Bolsonaro y los del oficialismo.
El mandatario defendió “el arte de la política” para poder alcanzar la primera reforma tributaria que logra la democracia brasileña tras más de 30 años de proyectos frustrados.
“Estoy sumamente feliz porque la economía ha crecido, porque la inflación está bajando, las tasas de interés están bajando, el salario mínimo está aumentando”, afirmó.