Mandatarios y líderes de todo el mundo condenaron hoy las manifestaciones «golpistas» en Brasilia, donde seguidores del expresidente Jair Bolsonaro ingresaron de forma violenta en los edificios de los tres poderes públicos, y se solidarizaron con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El presidente argentino, Alberto Fernández, repudió «el intento de golpe de Estado» en Brasilia y, como presidente pro tempore de la Celac y el Mercosur, llamó a los países miembros a unirse «en esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil».
Así lo manifestó el jefe de Estado argentino en su cuenta de Twitter, donde aseveró: «La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular».
«Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional», añadió Fernández respecto a la toma del Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (Corte Suprema), en Brasilia.
En esa línea, el mandatario expresó su «repudio a lo que está sucediendo en Brasilia» y manifestó su «incondicional apoyo y el del pueblo argentino a (el presidente brasileño) Luiz Inácio Lula da Silva frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando».
El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó como “impresentable” el ataque contra los edificios de los tres poderes en el distrito federal de Brasil. “El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia”, agregó Boric.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que “el fascismo” decidió “dar un golpe” en el país sudamericano, le dio toda su «solidaridad a (el presidente Luiz Inácio) Lula (da Silva) y al pueblo de Brasil» y subrayó que “es hora urgente de reunión de la OEA (Organización de Estados Americanos) si quiere seguir viva como institución.
El titular del Ejecutivo ecuatoriano, Guillermo Lasso, que al igual que Boric, Petro y Fernández estuvo en la asunción de su par brasileño, condenó «las acciones de irrespeto y vandalismo perpetradas a las instituciones democráticas en Brasilia» que «atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana». «Expreso mi respaldo y el de mi Gobierno al régimen de Lula legalmente constituido», agregó.
En tanto, el Canciller de México, Marcelo Ebrard, manifestó «el pleno respaldo» de su país «al Gobierno del Presidente Lula electo por voluntad popular». En la misma red social, Ebrard rechazó «cualquier intento en contra de las instituciones democráticas que se ha dado ese pueblo hermano».
La cuenta de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Twitter publicó su respaldo al presidente brasileño que asumió por tercera vez el 1 de enero. «La Presidencia Pro Tempore de la Celac (a cargo de Argentina) manifiesta su respaldo al Gobierno de Lula, elegido por el pueblo de Brasil, y rechaza las acciones violentas contra las instituciones democráticas brasileñas», señalaron.
El primer líder europeo en expresar su rechazo a las violentas escenas de Brasilia fue el presidente español, Pedro Sánchez. «Todo mi apoyo al presidente Lula y a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática», dijo en su cuenta de Twitter.
El expresidente de Bolivia Evo Morales también se solidarizó con el líder del Partido de los Trabajadores de Brasil. «Condenamos y repudiamos las acciones golpistas de bolsonaristas que asaltaron el congreso y otras instituciones democráticas de #Brasil. Nuestra solidaridad con el hermano Lula y pueblo brasilero. La derecha bolsonarista sigue el ejemplo de Trump y no admite su derrota», tuiteó.
Por su parte, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez le envió su «respaldo» a su par brasileño y condenó «enérgicamente los actos violentos y antidemocráticos que ocurren en Brasil, con el objetivo de generar caos e irrespetar la voluntad popular expresada con la elección del presidente Lula».
En Brasil, el senador opositor y exjuez del Lava Jato Sergio Moro criticó a los manifestantes golpistas. «Las protestas tienen que ser pacíficas. Las invasiones de edificios públicos y la depredación no son respuestas. La oposición debe hacerse de manera democrática, respetando la ley y las instituciones. Los invasores deben salir de los edificios públicos antes de que la situación se intensifique», comentó en su cuenta de Twitter.
El presidente del Congreso de Brasil, el senador Rodrigo Pacheco, pidió castigar de forma «urgente» y con el «rigor de la ley» a los manifestantes que invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia.