El Partido Conservador británico comenzó la elección interna para elegir su nuevo líder y tercer primer ministro en lo que va del año, tras la intempestiva renuncia de Liz Truss, en una votación relámpago en la que el expremier Boris Johnson, destituido hace apenas tres meses, aparece con chances de lograr los respaldos necesarios para ser una de las opciones, un paso que ya dio el exministro Rishi Sunak.
Johnson ya cuenta con 38 parlamentarios que lo apoyan hasta ahora y sostienen que podría asegurar las 100 nominaciones que necesita para avanzar en la carrera por el liderazgo. «Me ha alentado el apoyo de colegas que quieren un nuevo comienzo, un partido unido y un liderazgo por el interés nacional», escribió Johnson en Twitter.
Esos 100 respaldos los logró ayer Sunak, ministro de Finanzas durante el Gobierno de Johnson, primero en las especulaciones y el único que no había confirmado si entraría en la carrera. Sunak, uno de los favoritos para suceder a Johnson cuando fue destituido en julio pasado, fue uno de los impulsores de la cascada de renuncias que forzaron su caída.
«Es un honor ser el centésimo diputado conservador que apoya a Rishi», tuiteó Tobias Ellwood, que además escribió que “el experimento de mercado libre ha terminado: ha sido un punto bajo en la gran historia” del partido y “comienza el reinicio”. “Es hora de un gobierno centrista, estable y fiscalmente responsable que ofrezca un liderazgo nacional e internacional creíble”, afirmó. Otros legisladores, según la agencia AFP, confirmaron que Sunak había superado los 100 apoyos necesarios.
En tercer lugar se encuentra la líder de la Cámara de los Comunes en el Parlamento Penny Mordaunt, quien hasta el momento, es la única que anunció que participará de la contienda que durará sólo una semana. El resultado debe estar para el próximo viernes. Las reglas que regulan la elección de un nuevo líder del Partido son fijadas por una instancia interna llamada Comité 1922, que preside Graham Brady, quien confirmó que la competencia por el liderazgo concluiría el viernes 28.
Los candidatos para reemplazar a Truss como líder necesitarán al menos 100 nominaciones de parlamentarios conservadores, lo que significa que el número máximo de postulantes será tres (hay 356 legisladores oficialistas en la Cámara de los Comunes).
En caso de que ningún otro aspirante consiga sumar 100 apoyos, Sunak se convertirá automáticamente en el nuevo primer ministro. Si no, los candidatos finalistas participarán en un evento de campaña ante los medios previo a una votación online para que los afiliados elijan a quién quieren cómo nuevo líder.
Según la prensa británica, un ministro le dijo a la cadena de televisión Sky News que cree que Johnson podría asegurar las 100 nominaciones que necesita para avanzar en la carrera por el liderazgo. En ese sentido, Jacob Rees-Mogg se convirtió en el primer miembro del gabinete en declarar públicamente en las redes sociales su respaldo al expremier.
Johnson también sigue siendo popular entre las bases conservadoras, que podrían volcar ese respaldo durante el proceso de elección de un nuevo líder. Una encuesta de la consultora YouGov a principios de esta semana encontró que el 32% lo colocó como su principal candidato, por delante de Sunak con un 23%.
En cambio, entre las casas de apuestas, figura como segundo favorito para convertirse en el próximo líder conservador, después de Sunak. Estiman que tiene ahora un 23% de posibilidades de ganar, en comparación con el 8% de hace dos días.
Otra encuesta realizada esta tarde también por YouGov, mostró que el 52% de los británicos en general, se sentirían muy o bastante infelices si Johnson regresa como primer ministro. La cifra por separado mostró que el 43% de los ciudadanos se sentiría muy infeliz y el 9%, bastante infeliz.
El ministro de Defensa, Ben Wallace, se corrió ayer de participar de la carrera por el liderazgo conservador y anticipó que se inclina por respaldar a Johnson. Sin embargo, dijo que el expremier aún tiene preguntas que responder por una investigación parlamentaria sobre su conducta durante la pandemia.
El ex primer ministro fue obligado a dimitir luego de una rebelión mayoritaria de su gabinete en julio pasado, ocasionada por su manejo sobre el escándalo del «partygate», como se conoce a la fiesta que organizó en plena pandemia de coronavirus.
Pero también podría afectarlo otro episodio más reciente relacionado con un tema de acoso sexual de su partido, en el que un comité de los Comunes investiga si engañó a los parlamentarios y podría enfrentar la suspensión o incluso perder su escaño si falla en su contra.
Wallace dijo a la cadena BBC que a pesar de las preguntas, Johnson «invirtió en defensa”, lo apoyó en su gestión y respaldó las acciones que el país tomó para mantenerlos a salvo. El titular de Defensa sostuvo también que quiere que el partido se «establezca», y espera que Jeremy Hunt, actual ministro de Finanzas, permanezca en ese cargo.
El líder laborista Keir Starmer, por su parte, dijo ayer a la BBC que si los conservadores reemplazaran a Truss con Johnson, eso haría que el llamado para una elección anticipada fuera aún más fuerte. Starmer, quien está exigiendo una elección general, recordó que hace casi tres meses Johnson renunció porque docenas de sus colegas decidieron que no era apto para el cargo. «No tienen el mandato de someter al país a otro experimento. El Reino Unido no es su feudo personal para manejarlo como lo deseen», dijo el líder opositor, que cuenta además con el respaldo de organizaciones y sindicatos.
También el líder del Partido Nacional Independentista escocés (SNP) en Westminster, Ian Blackford, dijo que a Johnson «no se le debería permitir acercarse a una oficina pública». Señaló además a la emisora Sky News que el cargo de primera ministra de Liz Truss fue «un gran experimento financiero» y salió «terriblemente mal». «Estoy aliviado de que ella se haya ido; han sido unas pocas semanas desafiantes. Ha sido un gran experimento financiero y salió terriblemente mal», expresó. Mientras tanto, las encuestas muestran que tres de cada cinco británicos quieren elecciones generales.