Dos personas murieron y una se encuentra en estado crítico tras un tiroteo en una oficina local del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos en Dallas, estado de Texas, la mañana del miércoles, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). El tirador también falleció, informó el DHS.
Las autoridades informaron que el tirador falleció por una herida de bala autoinfligida. Las tres víctimas baleadas eran reclusos del centro, de acuerdo con las autoridades federales.
El atacante señalado como responsable de matar a dos detenidos y herir a un tercero en una instalación del ICE en Dallas fue identificado como Joshua Jahn (29) por tres fuentes con conocimiento del caso. Fue acusado hace una década de distribuir marihuana.
La policía de Dallas informó que los agentes respondieron a una llamada de asistencia en el centro alrededor de las 6.40. Un informe inicial de las fuerzas del orden indicó que el agresor se encontraba en un lugar elevado. Luego, abrió fuego desde la azotea de una oficina de abogados ubicada frente al centro de detención de ICE, en Empress Street.
La persona que abrió fuego contra la instalación del ICE en Dallas disparó “indiscriminadamente”, según dijo la subdirectora del ICE, Madison Sheahan, citada por CNN. «El atacante estaba en un edificio cercano, disparando directamente contra la instalación, a lo largo de toda la estructura», detalló.
La subdirectora agregó que fue una situación potencialmente “muy peligrosa” para las fuerzas de seguridad. Ningún miembro de las fuerzas del orden resultó herido, según Joe Rothrock, agente especial a cargo de la oficina local del FBI en Dallas.
Los tres detenidos habían sido arrestados por estar ilegales en el país y serían trasladados a un centro de detención de mayor plazo, informó la funcionaria.
Dos de ellos murieron y el restante está en condición grave tras el ataque, informó la portavoz de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin. “Estamos trabajando con nuestros agentes locales para identificar a los familiares más cercanos y asegurarnos de que reciban las notificaciones. Hasta entonces, no quiero adelantarme sobre ninguna familia que esté lidiando con esta tragedia”, señaló.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, aseguró que el ataque armado no impedirá que las autoridades sigan adelante con las acciones migratorias.
“No permitiremos que este cobarde ataque frene nuestros esfuerzos para asegurar la frontera, hacer cumplir la ley migratoria y garantizar la ley y el orden”, expresó en un comunicado.