En un marcado giro en el tono de su retórica hacia Europa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó fuertes críticas contra sus aliados del continente durante una extensa entrevista concedida a Politico, medio al que —según afirmó— aceptó hablar porque lo eligió como la persona más influyente del año sobre Europa.
Trump describió a la mayoría de las naciones europeas como «en decadencia», acusando a sus gobiernos de «hablar demasiado y producir poco», especialmente en lo referente al apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia.
El mandatario estadounidense aseguró que muchas capitales europeas enfrentan un proceso de cambio profundo, atribuible, en su visión a las políticas migratorias adoptadas en los últimos años.
«Europa está recibiendo personas de todas partes del mundo… París es un lugar diferente. Londres es un lugar diferente», afirmó, señalando incluso al alcalde de Londres como responsable de transformaciones que considera negativas.
En esa línea, Trump advirtió que, de continuar por ese camino, “muchas grandes ciudades europeas ya no serán países viables”, y destacó a figuras como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, como ejemplos de un enfoque migratorio que, según él, “hizo las cosas bien”.
A lo largo de la entrevista, el mandatario insistió en que los líderes europeos son “débiles” y están excesivamente preocupados por ser “políticamente correctos”. También apuntó contra la política comercial del continente, a la que calificó de “peligrosa” y mal gestionada.
Trump dedicó buena parte de la entrevista a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), organización que aseguró haber presionado para que aumentara significativamente el gasto militar de sus miembros. «La Otan me llama ‘papi'», ironizó, al sostener que bajo su administración algunos países pasaron del 2% al 5% del PIB en defensa.
Aunque descartó una salida de Estados Unidos del acuerdo, cuestionó la conveniencia de continuar con la expansión, mencionando el caso de Suecia. Según dijo, incorporar nuevos miembros sin una evaluación individual rigurosa podría transformarse en un “problema estructural” para la alianza. También destacó al presidente turco Recep Tayyip Erdoğan como un aliado clave dentro de la organización.
Consultado sobre la invasión rusa, Trump afirmó que Rusia mantiene hoy “una posición más fuerte de negociación” debido a su tamaño y capacidades, y reiteró su argumento de que la guerra “nunca habría ocurrido” si él hubiera estado en la Casa Blanca. Aseguró que el conflicto incluso “podría haber evolucionado hacia una Tercera Guerra Mundial” de no mediar su presidencia anterior.
En ese sentido, Trump volvió a criticar la gestión europea de la guerra, señalando que los países del continente “hablan mucho, pero no producen”. Al mismo tiempo, reconoció la “valentía” de los ucranianos, aunque insistió en que “en algún momento, el tamaño triunfa” frente a un adversario más grande como Rusia.
El presidente estadounidense lanzó además cuestionamientos directos al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, al decir que no leyó su propuesta para poner fin al conflicto. También aseguró que “millones de personas han muerto” y mencionó supuestas cifras de bajas, afirmando que Ucrania perdió 27.000 soldados “el mes pasado”, además de civiles por ataques con misiles.
Trump cerró la entrevista afirmando que él ha “resuelto ocho guerras” y que la de Ucrania sería “una de las más fáciles”, pero que el “tremendo nivel de odio entre Putin y Zelenski” complica cualquier acuerdo.









