El exmandatario de Estados Unidos Donald Trump insiste en una narrativa de persecución, luego de la última imputación penal que recibió esta semana por intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020, pero especialistas que dialogaron con Télam desestiman efectos negativos sobre su imagen de cara a las presidenciales de 2024, en línea con las recientes encuestas, que lo muestran como favorito en su partido y empatado con su potencial rival demócrata, Joe Biden.
Trump, que enfrenta a su vez otras causas judiciales, mantiene una ventaja sustancial en los sondeos respecto a su rival más cercano en la interna republicana, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, además de contar con la lealtad de un amplio sector de su partido.
«Hay una combinación de factores, porque hay una negación (de lo que se lo acusa), ya que buena parte de sus seguidores ven la cuestión judicial como una persecución o incluso como una cucarda, dicen ‘es el único que lucha contra el sistema judicial’. Es esta idea de que Trump luchó contra el Deep State (Estado profundo)», dijo a Télam el doctor en Ciencia Política por la Universidad de Pittsburgh Juan Negri.
El politólogo aseguró además que para los seguidores de Trump «más núcleo», la variable judicial «es irrelevante» e incluso «es parte del atractivo» del candidato.
Según la acusación formalizada el martes, a cargo del fiscal especial Jack Smith, Trump y otros «coconspiradores» usaron «a sabiendas afirmaciones falsas de fraude electoral para lograr que los legisladores estatales y los funcionarios electorales subvirtieran los resultados electorales legítimos».
Estos hechos derivaron en el ataque al Capitolio en enero de 2021 por parte de sus seguidores, que buscaban evitar que el Congreso certificara la victoria de Biden.
Para el especialista en política estadounidense Joaquín Harguindey «hay una porción importante del electorado republicano que no acepta la legitimidad de la elección de Joe Biden», a la vez que «no consideran que todo lo que llevó a cabo el presidente Trump para mantenerse en el poder sea algo ilegítimo, consecuentemente, no encuentran en su accionar algo erróneo».
Trump, que el jueves se declaró inocente en una comparecencia ante la jueza federal Moxila Upadhyaya en Washington, realizada para aprobar las condiciones de la fianza que le permitirán estar en libertad bajo custodia hasta el juicio, califica desde hace meses las acusaciones en su contra como «falsas» y asegura que Biden busca desplazarlo como rival en 2024.
El republicano, de 77 años, además exalta estas acusaciones como una fortaleza, con afirmaciones como: «Nunca antes había tenido tanto apoyo en algo».
En la misma línea, la campaña del magnate publicó un comunicado luego de la decisión del tribunal donde asegura que «estas persecuciones» a Trump y sus seguidores «recuerda a la Alemania nazi».
Aun condenado, existe un consenso de que Trump podría asumir en caso de ganar la elección, ya que según la Constitución, solo es necesario haber nacido en Estados Unidos, tener residencia en el país al menos 14 años, y tener 35 años o más.
De ganar, podría desestimar las condenas con el recurso del «autoperdón», nunca antes utilizado, pero el escenario de quedar fuera de carrera aún no está descartado por lo novedoso del caso.
Para Negri, si bien se podía imaginar que estas causas afectarán sus chances de ser candidato, descartó esa posibilidad «sobre todo pensando en el sistema electoral, donde la primaria del Partido Republicano no logra consolidar liderazgos alternativos».
«Es una situación inédita. Si Trump finalmente no puede ser candidato, sería una situación de muchísima tensión para el sistema político estadounidense, generaría agitación e incluso un tipo de acto de violencia», previó el docente de la Universidad Torcuato Di Tella.
Por su parte, DeSantis insinuó en julio que indultaría a Trump si llega a la presidencia.
La posición del gobernador de Florida es para Harguindey «un intento de no ofender al bloque principal de votantes republicanos, que precisa que se vayan de las manos de Trump».
Para el especialista, DeSantis «empezó en una especie de coalición de quienes buscaban un nuevo candidato» dentro del Partido Republicano, pero «ahora intenta satisfacer al electorado que gusta muchísimo del expresidente y consecuentemente no puede decir nada para criticarlo demasiado».
Esto muestra «la debilidad de la posición de DeSantis», ya que en su afán por desbancar a Trump en la interna, lo debe hacer «sin decir nada por fuera de los aspectos que son inobjetables; cosas respecto a si es viejo, si es muy controversial, o si los demócratas lo odian más», valoró.
Una encuesta publicada esta semana por el diario The New York Times, elaborada por la Universidad Siena College, le da a Trump un 54% de apoyo en la interna republicana, frente al 17% de DeSantis.
«La promesa de DeSantis es ‘si te gustó Trump, te va a gustar todavía más (mi presidencia)’, porque se trata de Trump, pero más competente. El cálculo lógico subyacente, que para mí es muy erróneo, es que el electorado republicano quiere políticas públicas y un líder competente, cuando en realidad, en buena medida, se trata acerca de la pertenencia dentro del partido», evaluó Harguindey.
«Creo que en Trump ven una figura que los representa muchísimo y que las políticas públicas o el éxito en llevarlas a cabo no es un factor que tengan en cuenta a la hora de apoyar a alguien», agregó.
Pese a las fortalezas del magnate, Negri insiste, sin embargo, en que «aun falta tiempo» para los comicios de 2024 y que si bien «hay como un tufillo de que Trump es una especie de invencible», lo cierto es que «no lo es» y que «en las dos elecciones que se presentó tuvo menos votos que sus oponentes».
El legado de Trump parece trascender su candidatura, ya que su discurso de sospecha al sistema electoral estadounidense sigue vigente.
Según otra encuesta, publicada esta semana por la cadena de noticias CNN, el porcentaje de republicanos que creen que la victoria de Biden en 2020 fue ilegítima vuelve a acercarse al 70%.
«El daño a la democracia está hecho, inclusive desde que Trump solo era un individuo privado, ya recurría a la deslegitimación del presidente (Barack) Obama con esta idea de que había nacido en Kenia», dijo Harguindey.
Y agregó que son múltiples los factores que aportan a este período «turbulento», como «el traspaso entre votantes no educados y educados entre cada partido, el cambio demográfico que está ocurriendo, y un proceso de transición en el cual bastante gente está dejando de querer ser consideradas ciudadanos de segunda y están intentando conservar privilegios de larga data».
Además, Trump enfrentará en marzo, en plena campaña, el juicio sobre el escándalo por el posible pago -con fondos de campaña- en 2016 a la actriz porno Stormy Daniels para que callara la relación que habían mantenido, y en mayo un juicio por mal manejo de documentos confidenciales.