La una reforma jubilatoria uruguaya que fue resistida por la central sindical PIT-CNT y el opositor Frente Amplio, y también por el jefe del Ejército, Mario Stevenazzi, entró en vigencia ayer en un acto por el día de la institución, frente al presidente Luis Lacalle Pou.
“Como lo habíamos anunciado, a partir de hoy será compatible jubilarse y seguir trabajando. Nuevos derechos que se alcanzan por la reforma de la seguridad social. Generando equidad entre los uruguayos con independencia de a qué Caja aportan”, dijo el ministro de Trabajo, Pablo Mieres.
La ley aumenta gradualmente la edad jubilatoria hasta los 65 años en una escala vinculada con la fecha de nacimiento, permite la continuidad laboral aún después de tramitado el retiro y dispone de un “suplemento solidario” para los haberes más bajos, entre otros puntos.
Al momento de firmar su promulgación el 2 de mayo pasado, Lacalle Pou rescató especialmente que los trabajadores puedan seguir trabajando luego de pasar a retiro, porque “esto genera un ingreso económico mejor” para los más vulnerables y permite que sigan “existiendo esos procesos de socialización que a veces los jubilados, cuando dejan de trabajar, lamentablemente pierden”.