De papas y revoluciones

De papas y revoluciones

Sr. Director:

Acerca de su columna Y el papa lo hizo de nuevo” (Cuaderno de Bitácora, HDC 9-10-2020, página 2) me permito hacer algunas consideraciones.

El bien escrito artículo por alguien que sabe hacerlo, así como expresarse verbalmente y que además lo asume, por lo que escribe mucho y dice abundante para los demás y para sí, me ha permitido rememorar las calles de Roma y del Vaticano, traer del recuerdo el caso Alí Agca, y enterarme de lo que es el aperol spritz.

Por lo demás anuncia que en lo sucesivo analizará la Fratelli Tutti” y afirma que la misma se hunde en las raíces tradicionales del magisterio pontificio”. Expresa también de hundir el escalpelo a fondo” y de una revolución imprescindible”.

¿Cómo no coincidir con ello? Pero me es necesario aclarar: lo que hay que cambiar es el modelo económico del capitalismo, y no retocarlo con un capitalismo con rostro humano que no ha logrado hasta ahora, salvo en algunos pocos casos, terminar con las inequidades del sistema, y que en los últimos decenios ha oscilado, dice, entre el liberalismo de mercado y el populismo (que, parece necesario aclararlo, lo hay de derecha, y es peor que el liberalismo de mercado).

Afirmar que hay que ir a fondo y hacer la revolución debiera significar para qué y cómo. O por lo menos indicar de qué manera sería posible hacerlo, sin ejercer la necesaria violencia” sobre los que tienen la sartén por el mango y el mango también”.

Violencia que podría ser institucional, cuando los que deberían hacer la revolución tengan el poder suficiente (ganando elecciones con el 65% o el 70%), para hacer violencia blanda y evitar la otra, que nadie desea, aunque remita a la de Espartaco, la Francesa o la Rusa.

Saludos y gracias.

Carlos Peludero

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